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Entrevista:CAMPAÑA ELECTORALJordi Pujol Presidente de la Generalitat

"La política, el programa y las actitudes autonómicas del PP nos causan inquietud"

Lluís Bassets

Jordi Pujol dijo el pasado domingo que CiU "ofrece una propuesta útil para toda España, basada en el progreso económico y en la convivencia".Pregunta. ¿A quién deben votar quienes están de acuerdo con este programa y no pueden votar en Cataluña?

Respuesta. En Cataluña, a CIU; fuera de Cataluña votarán a quien quieran. Yo no tengo por qué decírselo.

P. ¿Qué ofrece entonces el nacionalismo catalán al resto de los españoles?

R. La propuesta catalana para el conjunto de España es seguir trabajando en la línea de la modernización y de la internacionalización de nuestra economía, hacerla más competitiva, crear un clima favorable para los cambios económicos y sociales que se avecinan en toda Europa, y todo ello evitando la fractura social. Todo eso requiere un esfuerzo de convivencia y de mucho diálogo social. O sea, que al partido que saque la mayoría le convendrá hablar mucho con la oposición, y con los sindicatos, las patronales y la sociedad en general. Queremos ser útiles en este planteamiento. Y por eso nos subleva que la vida política esté dominada por la agresividad.

P. El ciudadano español tiene la impresión de que lo que a usted le interesa es un Gobierno sin mayoría suficiente.

R. El ciudadano español determinará lo que quiere que haya en España. Nosotros pretendemos tener fuerza e influir. El ciudadano español es dueño de su destino. Él decidirá.

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P. ¿Cómo está jugando el debate sobre los GAL en lo que se refiere al clima de convivencia al que usted se refería?

R. Sobre el tema de los GAL hemos insistido siempre en que debió tratarse como se hace en cualquier país europeo, países donde estos temas no quedan impunes y pueden arruinar una vida política, pero no a través de una gran algarabía política, sino en los tribunales. La utilización sistemática del terrorismo y el contraterrorismo como arma política, y más todavía como arma electoral, es algo que en estos países no se hace, sencillamente, y son países que tienen más madurez democrática que nosotros y que nos pueden dar alguna lección de democracia y de progreso económico y social. El tema de los GAL debiera ya dejarse, aunque es cierto que el PSOE, poniendo a Barrionuevo en la lista, no lo facilita, pero debiéramos ser capaces de que las elecciones se centren en los temas que pueden afectar al progreso y a la convivencia del país.

P. Usted dijo también el domingo que "tendrá que decidir si tienen sitio en un país donde el objetivo de sus dirigentes es destrozar al adversario".

R. Nosotros no podemos soportar que la política española esté dominada por este clima. Pero esto no nos sucede únicamente a nosotros, sino a mucha gente en toda España. Hace falta sentido del Estado de verdad y no como una simple frase retórica. Nosotros tenemos más sentido del Estado, por supuesto, que el PSOE y el PP juntos. Pero con nuestra carga de buena voluntad, de ser útiles, de introducir racionalidad, de evitar que la política se convierta en algo salvaje, quedamos un poco fuera de juego.

P. Usted también ha advertido que pueden replegarse en Cataluña en caso de que siga este clima político. ¿Señala esto por si el PP consigue la mayoría absoluta gracias a este clima?

R. No señalo nada ni he utilizado la palabra repliegue. El problema es saber si tenemos sitio en una situación así, no de que nos repleguemos en Cataluña. El catalanismo siempre ha intentado ser útil al progreso general español, pero más de una vez ha sido expulsado de esta posibilidad. No es que se haya replegado. Pero no vamos a dejarnos echar con tanta facilidad. Pretendemos repetir y volver a tener una fuerza importante. Seguimos manteniendo el objetivo de tener los diputados del año 93, y con esos 17 diputados y 13 senadores seguir estando en condiciones de estar presentes en la realidad española.

P. ¿Cuál es el balance de los dos años y medio de legislatura?

R. Desde el punto de vista de obra de gobierno es bueno, y desde el punto de vista legislativo, especialmente fructífero. CiU asume el balance sin ningún complejo porque pensamos que nosotros hemos influido. El cambio de política económica se debe en una parte importante a nuestra influencia. Ciertos aspectos de política europea no hubiesen sido posibles tampoco sin nuestra colaboración, de efectos positivos para Europa y para España. También hemos hecho avanzar el Estado de las autonomías. Se han aprobado leyes que estaban atascadas desde hace muchísimos años, incluso de tiempos en que el PSOE tenía mayoría absoluta. Algunas leyes han sido muy importantes: la ley del comercio, el cable, el Código Penal, la LAU, el mecenazgo, la reforma laboral, y toda la legislación económica.

P. Crear empleo se ha convertido en la prioridad de todos los programas electorales.

R. ¡Nada de prioridades! ¡Si sólo hablan de los muertos de los GAL! ¡Los GAL son la única prioridad que tienen! ¡Sólo hablan de los GAL y más GAL!

P. Usted pone como ejemplos a Alemania, Holanda, Francia.

R. Fíjese usted, en el país donde el Gobierno tiene una mayoría más rotunda, que es Francia, es donde estas cosas se hacen de una forma más accidentada; en cambio, los suecos están en minoría, pero les sale bien. Sólo es aplicable lo que consigue consenso social suficiente. Puede haber soluciones muy buenas que no pueden aplicarse porque producen un gran descontento. Ahora todos los países están haciendo pruebas. En la Generalitat vamos a hacer una de esas pruebas, vamos a ver cómo se puede introducir el trabajo a tiempo parcial, de forma voluntaria y experimental. Este es un momento difícil, pero también hay que señalar algunas cosas muy positivas. Por ejemplo, hay una evidente maduración tanto de las patronales como de los sindicatos.

P. Hablemos también del futuro del régimen de pensiones.

R. Para evitar la demagogia, nosotros propugnamos durante la legislatura anterior lo que luego fue el pacto de Toledo, y pensamos que era bueno que lo firmaran todos los partidos. Ahora es penoso que no se quiera hablar de las pensiones. El pacto de Toledo debiera permitir que pudiésemos hablar todos el mismo lenguaje. Significa asegurar en lo fundamental el beneficio de las pensiones. Por otra parte, lo acota de cara al futuro lejano. Y, sobre todo, consigue tranquilizar a la gente que las cobrará en los próximos años y advierte que puede ser interesante que la gente joven empiece a interesarse por lo que puede ser su pensión dentro de treinta años, que probablemente será una pensión del Estado y necesitará un complemento. Nadie quiere acordarse de esto, y entonces salen con que no hay que hablar de las pensiones. Si no hay que hablar de las pensiones en campaña electoral, ¿entonces de qué hay que hablar?

P. Usted también ha hablado de revisión de la financiación autonómica.

R. Debo entender que todo el mundo acepta el traspaso del 15% del IRPF, pues el PSOE vuelve a ponerlo en su programa electoral, cosa que nos complace, porque había dudas últimamente, y el PP no se opone frontalmente. Además, las autonomías populares no votaron a favor de esto, pero se abstuvieron. Una vez demostrada la bondad del sistema,pedimos que se suba más allá del 15%. Pensamos también que algo parecido hay que hacer con el IVA , con los impuestos sobre la gasolina o el tabaco. La financiación de la autonomía catalana, como la valenciana y la madrileña, es muy deficiente. En Cataluña es más grave porque el sentimiento autonomista está mucho más arraigado, y también tenemos más competencias y las ejercemos más a fondo. Con veinte años de autonomía no podemos seguir estando en esta situación de precariedad constante, con tremendas batallas por diez mil o quince mil *Millones que nos enemistan del país y nos crean mala imagen. Tenemos que plantear en serio que esta situación no funciona bien. Si ayudarnos a cambiar la política económica, somos una de las locomotoras, del crecimiento en España, introducimos moderación y equilibrio en la vida política española, y política económica, somos una de las locomotoras del crecimiento en España, introducimos moderación y equilibrio en la vida política española, y todo eso tiene que ser pagado con unas campañas de desprestigio de Cataluña, entonces uno se plantea qué papel jugamos nosotros. Así no seguir.

P. ¿Desearía alcanzar un sistema de financiación estable, válido para muchos años?

R. Sí, pero no en el nivel ni en la forma actual.

P. ¿En qué porcentaje fijaría la participación en el IRPF?R. El objetivo deseable sería alcanzar el nivel de los alemanes, que es del 40%. Pero también depende de lo que hagamos con los otros impuestos, IVA, gasolinas, tabacos. Nosotros no quisiéramos introducir una fórmula cerrada. Entendemos que habrá que discutirlo con el futuro Gobiemo, y también con toda la sociedad española.

P. ¿Rechazan de entrada el planteamiento del concierto como en el País Vasco?

R. Nos hemos comprometido (In el Parlamento de Cataluña a estudiar sus ventajas e inconvenientes. Nos han hecho unas campañas tremendas y dicen que somos linos aprovechados y unos expoliadores. Por eso nos hemos comprometido ante el Parlamento de Cataluña a estudiarlo, para que quede claro que no somos expoliadores. Personalmente pienso que el concierto generalizado tiene serias dificultades, y por esto insisto en el IRPF y en el IVA y los impuestos especiales. Pero si esto no funciona tendremos que hacer otros planteamientos que no están en mi ánimo.

P. Una de las posibilidades con la que jugamos todos es que el futuro Gobierno lo va a ser del PP. ¿ Qué piensa de las propuestas autonómicas del PP?

R. La política, el programa y sobre todo las actitudes del PP en el tema autonómico nos causan inquietud. Admito que la gente y los partidos opinan y actúan de forma distinta cuando están en la oposición que cuando están en el Gobierno. Pero hay cosas alarmantes, por ejemplo, en un tema tan importante como es el lingüístico. El señor Vidal Quadras lanza linos ataques furibundos contra la política lingüística que se hace en Cataluña y que cuenta con el apoyo del resto de todas las fuerzas políticas y del resto de la sociedad. Y frente a esto, la respuesta del PP español es desentenderse, y la del otro representante del PP en Cataluña es decir que de esto no tenemos que hablar hasta el 4 de marzo porque puede hacer perder votos. Dicho así, con esta ingenuidad, resulta muy inquietante. Que el señor Vidal Quadras equipare la forma de actuar de CiU con la de ETA, y que nadie lo desmienta, pues es de una gravedad extrema. Al señor Vidal Quadras y al señor Aznar yo les quiero decir una cosa: si el señor Gregorio Ordóñez hubiese vivido en Cataluña, hoy seguiría vivo.

P. ¿Le ha explicado alguna vez Aznar en qué consiste su modelo de Administración única?

R. No, no hemos hablado nunca de esto. Además, hace tiempo que no he visto a Aznar.

P. ¿Y cuál es su idea sobre la Administración única?

R. No nos gusta decir Administración única. Decimos Administración ordinaria del Estado. La Administración del Estado en Cataluña o en Galicia, incluso para las cosas que son competencia del Estado, deben hacerse a través de la Generalitat o a través de la Xunta de Galicia. No acabo de entender qué quiere el PP, porque habla de una Administración única pero manteniendo la Administración del Estado en su nivel actual. No se entiende bien qué quieren decir con Administración única, a no ser que sea el empleo de una palabra que suena bien.

P. Por primera vez su Gobierno cuenta con un portavoz que no es usted mismo. ¿Va a delegar más funciones al consejero de Presidencia, Xavier Trias? ¿Va a presidir incluso el consejo ejecutivo en su ausencia?

R. No está excluido en absoluto que alguna vez presida una reunión del Gobierno. Tengo el propósito de que no sea un cargo vacío de contenido, al contrario, y que tenga protagonismo creciente.

P. ¿Qué piensa de quienes ponen en duda el calendario de Maastricht, como está sucediendo en los últimos días?

R. El año pasado planteamos este tema, pero nos dimos cuenta, no sólo por la argumentación que en aquel momento utilizó Solbes, sino sobre todo la Comisión Europea o el Bundesbank, que España no estaba en condiciones de aplazar la convergencia a tres años en vez de dos. Yo estoy de acuerdo con Solbes. Hay que hacer los Presupuestos de forma que se puedan cumplir las condiciones, el 31 de diciembre de 1997. Después del 3 de marzo, el Gobierno español tiene que decir al Gobierno alemán: vamos a ver, nosotros nos mantenemos en nuestro compromiso, pero ustedes dígannos qué piensan hacer. Porque al final la unión monetaria va a ser objeto de una decisión política que van a tomar Francia y Alemania, y nos podemos encontrar que de la noche a la mañana digan: "Nosotros hemos unificado nuestras dos monedas". Estamos dispuestos a dar la cara, pero luego no puede salir un ministro alemán y decir a la mitad del camino que hay que cambiar de rumbo. Nos habrán obligado a hacer unos sacrificios en dos años que podríamos haber hecho en tres o cuatro.

P. Hay aspectos de su política comercial difíciles de comprender por parte de quienes les apoyan en su política económica o laboral. Las limitaciones a grandes superficies, por ejemplo.

R. Tenemos que combinar el incremento de la competitividad y la liberalización con las exigencias de nuestro cuerpo social. Cataluña es un país mesocrático, de clases medias, y su única fuerza es que tiene una gran base social, que hay que defender, y tal y como se está llevando en algunas parte esta política conduce a una destrucción radical del tejido comercial. Estamos acostumbrados a defender a dos tipos de gente. Por una parte, por razones de justicia, a los trabajadores y la gente que corre el riesgo de la marginación. Y por la otra, al mundo empresarial, capaz de crear riqueza y puestos. de trabajo. Pero en medio queda una clase media que puede ser la gran víctima de todos estos reajustes y corre el riesgo de ser olvidada. Hay que atenderla.

P. A usted parece producirle una cierta angustia la bipolarización de esta campaña.

R. La bipolarización la hemos sufrido en todas las campañas electorales. Ya en el 93 la sufrimos en un grado muy alto. El mismo día de las. elecciones, un periódico de Barcelona, en su primera página, ponía a Felipe y a Aznar y decía: "Es cosa de dos". Roca no aparecía por ninguna parte. Ahora es todavía mayor. Está la crispación y todas estas listas de muertos que unos se echan a la cara de los otros. Tendremos que luchar contra esto como tendrá que hacerlo el Partido Nacionalista Vasco. Llevamos ya muchas elecciones demostrando que somos capaces de aguantar la bipolarización y yo pienso que la aguantaremos una vez más.

P. ¿Se ratifica en que si pactan lo harán sólo con el que obtenga más votos?

R. La colaboración sólo se puede hacer bajo dos condiciones. Una es que aritméticamente tenga sentido. Y luego que programáticamente sea compatible. Si nos encontramos con un partido que quiere perpetuar la insuficiencia autonómica, o persiste en los errores del PSOE, o quiere introducir en Cataluña la doble red escolar, o está contra la economía productiva, o no tiene en cuenta la cohesión social, entonces no podríamos pactar con ese partido aunque aritméticamente tuviese sentido. Y lo que tenemos que hacer es pasar a la oposición, una oposición que nosotros no haremos nunca a degüello. Como partido nacionalista catalán tenemos derecho a intervenir en cuestiones sustanciales de la política y de la sociedad española. Pero tenemos que ir con cuidado, porque no podemos ni vamos a alterar o ignorar la voluntad mayoritaria del pueblo español.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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