Un acertante de la Primitiva pierde 292 millones al expirar el plazo de cobro

Un boleto de la Lotería Primitiva sellado en Piedrahíta (Avila) y premiado con 292 millones de pesetas en el sorteo del 14 de septiembre de 1995 ha caducado sin que su poseedor haya cobrado, según el Organismo Nacional de Loterías. El impreso, con los seis números afortunados (9, 11, 17, 26, 32 y 39), caducó a los tres meses, es decir el 14 de diciembre, sin que el acertante reclamase ese dinero. Un apostante de Vitoria, con la misma combinación, se embolsó los 292 millones restantes de los 584 totales para la categoría.

Cuatro días después de que la caravana de la Vuelta Ciclista a España de 1995 atravesara Piedrahíta, cubriendo la etapa entre Salamanca y Ávila, el despacho de loterías de esa localidad abulense puso su sello a una apuesta anónima de la Lotería Primitiva. Era el 14 de septiembre de 1995. El sorteo quiso que la fortuna recayera en esa apuesta, compartida por otro impreso sellado en Vitoría. En total, 584 millones de pesetas a repartir entre dos.El acertante de Vitoria se dio prisa a disfrutar de su suerte. El de Piedrahíta la perdió para siempre el 14 de diciembre, fecha en que caducó su boleto premiado y no cobrado. En el Organismo Nacional de Loterías (ONLAE) no aciertan a comprender cómo un capital de 292 millones ha revertido en sus arcas sin que nadie haya reclamado su legítima propiedad. N6suele ocurrir.

La tecnología tiene en parte la culpa. Hace unos años, cuando el ONLAE funcionaba mecánicamente, cada boleto tenía una señal que identificaba a su depositario. Gracias a eso, el ONLAE pudo localizar después de intensas pesquisas a un equipo de fútbol de La Coruña agraciado con un premio.

Desde que opera la informática y el sellado de los boletos se efectúa en la modalidad on line (registro y grabación automática de las apuestas), el boleto se convierte en un cheque al portador. Nadie sabe quién es su titular, salvo el que lo lleva en el bolsillo. Es el caso del acertante anónimo de Piedrahíta.

En el ONLAE barajan la hipótesis de que el boleto puede corresponder a alguien vinculado a la Vuelta a España o a alguno de los muchos veraneantes y deportistas que acuden a esta población serrana a practicar el parapente.