Treinta millones

He leído, tremendamente enojada, anonadada y, por qué no decirlo, cabreada, cómo el Ayuntamiento aporta 30 millones de pesetas del erario público para arregalar la iglesia de San Antón, mientras, en un barrio obrero de Madrid, como consecuencia de la lluvia y aun habiendo sido denunciado, según los vecinos, varias veces, se ha desplomado un muro que ha destrozado varios coches, algo cuyas consecuencias podrían haber sido fatales.¿Qué relación o negocio mantiene el Ayuntamiento con el clero, que de todos es sabido no es precisamente el estrato más depauperado del país, si le preocupa tanto arreglar iglesias, montar nacimientos y otros fastos semejantes y deja de lado las obras verdaderamente necesarias en los barrios modestos? Será por aquello de que siempre ha habido ricos y pobres.-