El asesino de Rabin dice que sólo quería dejarle paralítico
Yigal Amir, el autor del mortal atentado contra Isaac Rabin, declaró durante la apertura de su proceso, celebrada ayer ante el tribunal de distrito de Tel Aviv, que no tuvo intención de matar al primer ministro israelí, sino solamente de dejarle paralítico."Por eso apunté a la columna vertebral", precisó. "¿Por qué tiró entonces dos balas suplementarias", le preguntó el juez. "Para estar más seguro" contestó Amir. Así pues, admite el homicidio, pero sin premeditación. ¿Será ésa la línea a seguir por la defensa? Imposible saberlo, ya que los abogados de Amir todavía no se han pronunciado.
La primera sesión del juicio estuvo llena de sorpresas. Para empezar, uno de los dos defensores, Mordejai Ofri, presentó su renuncia. Luego, tras la lectura del acta de acusación, Amir no permitió al otro letrado, Jonatan Goldberg, tomar la palabra. Se levantó y dijo al juez que quería responder personalmente al acta de acusación.
No quería matar a Rabin, sólo herirle para que no pudiera ejercer ya como primer ministro. No tenía nada contra el hombre Rabin, sólo contra el primer ministro", dijo Amir, que añadió que no sentía ningún pesar". Goldberg asistió visiblemente molestó a la declaración de su cliente, quien explicó también que su hermano Hagay "trabajó" las balas que utilizó para el asesinato de Rabín. Sin embargo, añadió, "no se trató de una conspiración", ya que ni éste último ni el tercer acusado estaban asociados al magnicidio.
En respuesta a las acusaciones de que había intentado con anterioridad matar al primer ministro con gas de nitroglicerina, Amir dijo que rechazó la idea por poco realista.
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