El PSOE empieza a reconsiderar la candidatura de Barrionuevo aunque cree que es "inocente"

La dirección del PSOE acogió ayer con desolación las informaciones respecto al procesamiento del ex ministro del Interior José Barrionuevo por varios delitos relacionados con el caso GAL. Por primera vez empezó a tambalearse la tesis de que Barrionuevo debe ir en la candidatura de Madrid, como aprobó el pasado domingo el comité regional madrileño. Fuentes de la dirección del PSOE no descartaban ayer que la situación cambie radicalmente de aquí al próximo sábado, cuando el comité federal debe aprobar definitivamente las listas. Aun así, la dirección socialista mantiene la convicción de que es inocente.

En el PSOE existía la certeza de que, su ex ministro sólo resultaría procesado por un delito de detención ilegal, por lo que no se veía especial problema en que figurara en las lista de Madrid, como han reclamado los militantes de la Federación Socialista Madrileña (FSM).Las actitudes que ayer se observaron en la dirección del PSOE y en miembros del Gobierno denotaban la contradicción que les causaba la decisión del juez Móner. Por un lado, apoyan a Barrionuevo y están convencidos de que es inocente, y, por otro, son conscientes de las dificultades de que figure en una lista electoral, ante la posibilidad de que el procesamiento se refiera a varios delitos. Ayer empezó a hacer aguas la doctrina elaborada por el PSOE para justificar la idoneidad de la presencia de Barrionuevo en la lista de Madrid, que encabeza Felipe González. Puesto que creen en la inocencia de Barrio nuevo, la organización no puede dejarle en la estacada. Quienes tiempo atrás tenían dudas res pecto a si debía ser o no diputado, prefirieron hacer abstracción del asunto y tirar hacia adelante. En este apoyo de la ejecutiva federal a Barrionuevo -el respaldo de las bases siempre lo ha tenido mayoritariamente- ha tenido mucho que ver la actitud firme y nada dubitativa de Felipe González al mostrarle su apoyo como candidato.

Precipitación

El secretario de organización, Cipriá Ciscar, expresó "el respeto absoluto" del PSOE a la decisión del juez Móner, pidió "la máxima celeridad" en la apertura de la vista oral y mostró la convicción del PSOE de que José Barrionuevo podrá demostrar su inocencia. Al tiempo, Ciscar criticó la "precipitación" de otros partidos políticos en hacer juicios descalificadores cuando un procesamiento no es una condena. No obstante, fue muy prudente al referirse a la inclusión de Barrionuevo en las listas electorales. El secretario de organización recordó que, de momento, nadie es candidato a diputado hasta que no lo apruebe el próximo sábado el Comité Federal del PSOE. El único candidato firme es Felipe González, que ha sido proclamado por todo el partido.Los dirigentes socialistas consultados por este periódico se mostraron muy preocupados por la situación personal de Barrionuevo y mostraron su solidaridad con él. Ahora bien, miembros relevantes del partido empezaron incluso a preguntarse si no sería el propio afectado quien debería replantearse si quiere ir o no en las listas. En todo caso, la duda se resolverá antes del sábado, jornada en la que el PSOE aprobará sus listas definitivas para las elecciones del 3 de marzo.Tan sólo la corriente crítica Izquierda Socialista (IS) adelantó su opinión sobre la situación política del ex ministro. Manuel de la Rocha y Antonio García Santesmases, por medio de un comunicado suscrito por esta corriente, consideraron que Barrionuevo no debe ir en la candidatura.Aunque el comité de la Federación Socialista Madrileña aprobó el pasado domingo la lista con Barrionuevo, su procesamiento supone "un cambio cualitativo". "Sin perjuicio de que se mantenga la presunción de inocencia, aspecto que nos parece incuestionable, porque un procesamiento no es una condena, esa decisión de la FSM debe ser replanteada el sábado en el comité federal en el sentido de no incluirle para evitar una colusión entre justicia y política", a juicio de los miembros de IS.La dirección del PSOE había discrepado hasta ahora de esa opinión con el argumento de que, ante la convicción de que es inocente, no se podía cometer la injusticia de dejarle fuera del Parlamento.