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El juez de Menores de Sevilla, un humorista y un profesor, imputados por prostitución infantil

Un juez que instruye la presunta corrupción de menores en Sevilla, María Auxiliadora Echevarri, guarda celosamente las identidades de los imputados en el caso del pub Arny. Más de 20 personas, entre ellas seis personajes populares, están imputadas y en libertad bajo fianza por su presunta implicación. La juez ha decretado fianzas de hasta dos millones de pesetas. Además, ayer tomó declaración a dos personas por la manana y por la tarde interrogó durante casi cinco horas al juez de Menores de Sevilla, Manuel Rico Lara. La Junta andaluza se personará Como acusación particular en el caso.

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Uno de los imputados de mayor relevancia pública es el humorista Jorge Cadaval, miembro del popular dúo Los Morancos de Triana. Cadaval, que hizo de rey Baltasar en la última Cabalgata de Reyes de Sevilla, fue puesto en libertad bajo fianza tras declarar ante la juez el pasado 28 de diciembre. Otros implicados son el profesor de la Universidad Complutense de Madrid Santiago Oliveros Lapuerta, también en libertad bajo fianza; y un bailaor flamenco jubilado, en libertad tras depositar 250.000 pesetas.La juez interrogó ayer al juez de Menores de Sevilla, Manuel Rico Lara, desde las 18.00 hasta las 22.30. Rico salió en libertad bajo fianza de un millón tras declarar asistido por su abogado, Francisco Baena Bocanegra.

El bailarín declaró al salir de los juzgados que sólo había ido "a tomar una copa" al pub Arriy. Por su parte, familiares y allegados del humorista implicado negaron que éste estiviera en libertad bajo fianza, aunque admitieron que declaró en el Juzgado de Instrucción número 13 el día de los Inocentes.

Igualmente se citaba ayer a un conocido cantante vasco de rock; a otro cantante y presentador de una cadena privada de televisión; al hermano de una famosa cantante de sevillanas y a un familiar de un renombrado columnista.

Éstos son algunos de los más de 20 imputados, de los cuales sólo dos (el dueño del local, Carlos Saldaña, y un agente del Cuerpo Nacional de Policía) han pasado por prisión. Otros cuatro están en libertad plena y el resto ha tenido que depositar fianza. Fuentes judiciales y policiales han pedido cautela a la hora de dar nombres.

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Secreto sumarial

La juez del caso declaró ayer a este periódico: "No pienso hacer ninguna declaración sobre este asunto que se encuentra bajo secreto sumarial, por lo que no les voy a decir nada, ni siquiera si voy a prorrogar el secreto", informa Luis Barbero. Esta medida de protección, que según el fiscal jefe de la Audiencia de Sevilla, Alfredo Flores, se decretó para preservar la identidad de los menores, vence el 23 de febrero.

Fuentes judiciales indicaron ayer que la investigación se inició en febrero de 1995, a raíz de una denuncia presentada por el padre de uno de los menores. A esta primera acusación se sumaron las de locales próximos, en los que supuestamente se alternaba entre homosexuales, celosos por el éxito de su competidor.

Durante 10 meses, agentes del Grupo de Menores de Sevilla mantuvieron el local bajo vigilancia, tomaron fotos de clientes y obtuvieron pruebas, siempre por orden de la juez. La entrada en el local se produjo el 28 de octubre, cuando estaba repleto de menores y otros jóvenes que se prostituían incluso en la trastienda del pub.

La red de corrupción de menores se extendía a clientes de fuera de Sevilla, que concertaban previamente los servicios por teléfono, e indicaban qué joven querían y dónde. Posteriormente se desplazaban hasta la capital andaluza en trenes AVE. Algunos de los menores eran llevados en un coche con chófer a hoteles de la ciudad e incluso se optaba, para mayor discreción, por celebrar los contactos en establecimientos de lujo situados fuera de Sevilla.

Los jóvenes recibían en pago, además de cantidades de dinero que oscilaban entre las 5.000 y las 15.000 pesetas, regalos de diversa índole, viajes y ropa. Algunos testigos han destacado que en el local y como fin de fiesta, que solía incluir actuaciones de strip-tease de los chicos, se hacían sorteos en los que el primer premio consistía en mantener relaciones sexuales gratuitas con el joven elegido.

Entre los chavales supuestamente corrompidos, una treintena de entre 14 y 17 años, había un grupo de nacionalidad marroquí, un buen número de españoles y el resto de otras nacionalidades, según fuentes judiciales y policiales. Algunos eran adictos a las drogas y otros simplemente se prostituían para conseguir dinero.

Las pesquisas efectuadas después del desmantelamiento y clausura del pub se han hecho tomando como base las declaraciones de sólo un grupo de menores. Muchos de ellos, captados en localidades de la comarca sevillana del Aljarafe, mantenían una doble vida y tras terminar su trabajo salían con novias formales.

A todos los chavales está previsto aplicarles medidas de protección de testigos, que incluyen su identificación con un número para ocultar su identidad, según explicaron ayer fuentes de la fiscalía.

Los jóvenes han citado en sus declaraciones a decenas de personas, pero las posteriores comprobaciones policiales han reducido el círculo de los implicados. Fuentes cercanas al caso indicaron que está perfectamente acreditada la participación de las personas implicadas cuyos nombres han puesto a disposición de la juez.

Por otra parte, la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Trabajo y Asuntos Sociales, anunció ayer su decisión de personarse en las actuaciones que se siguen en el citado juzgado por corrupción de menores. Igualmente, la asociación Prodeni ha anunciado su personación en la causa, ejercitando la acción popular en el mismo sentido que la Junta de Andalucía.

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