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La Comunidad cambia 'Gallardopolis' por edificios catalogados del centro histórico

El presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, aprovechó ayer la visita a las áreas en rehabilitación en el centro de la ciudad, junto con el ministro de Obras Públicas, José Borrell, y el alcalde José María Álvarez del Manzano, para anunciar un cambio de planes en relación a su miniciudad administrativa. En diciembre su equipo apostaba por construir un complejo de oficinas autonómicas (conocido como Gallardópolis pese al disgusto del presidente) en Pozuelo o junto a la carretera de Colmenar. Ahora pretenden recuperar edificios del casco histórico.

Ruiz-Gallardón enlaza ese cambio de rumbo con el fomento de la rehabilitación del casco histórico por parte de las administraciones públicas. El presidente rehusó especificar qué edificios con valor histórico podrían entrar en ese plan de diseminar los servicios administrativos de la Comunidad de Madrid en el centro, y se limitó a explicar que había dado instrucciones a sus consejeros de Hacienda y Obras Públicas -Antonio Beteta y Luis Eduardo Cortés, respectivamente- para que buscasen las localizaciones y la financiación.Se trataría de prescindir de los 50.000 metros cuadrados que el Gobierno regional tiene alquilados y adquirir patrimonio propio. El presidente de la Comunidad matizó que la permanencia de las instituciones públicas en el centro de la ciudad no debe implicar que la zona se convierta en un barrio de oficinas. No debe pasar lo que sucede en Londres, "que a las ocho de la tarde está vacío". Ruiz-Gallardón quiere un centro con oficinas, pero también residencial y, muy especialmente, volcado al ocio, y la cultura.

La versión de los vecinos

Los tres políticos recorrieron las zonas de la plaza Mayor y la del Dos de Mayo, que se abrió ayer al público una vez rematadas las obras entre la curiosidad de docenas de vecinos que no perdieron la ocasión de sacar defectos a la rehabilitación del centro. El alcalde reconoció que el Ayuntamiento se ha retrasado en la ejecución de las obras de infraestructura.Durante una conferencia de prensa celebrada en un colegio de la plaza del Dos de Mayo, un residente se quejó al alcalde de la eliminación de 700 plazas de aparcamiento en el barrio, y expresó su preocupación por el futuro "cuando los camellos vuelvan a tomar la plaza". Una señora increpó a Borrell: "Ustedes, los socialistas, nos trajeron la droga y los bares".

Fueron las únicas salidas de tono de un encuentro en el que se evitó cualquier alusión a divergencias políticas, pese a la sombra de despedida que los políticos del PP proyectaban sobre el ministro José Borrell. Ruiz-Gallardón le felicitó por ir de número dos en la lista al Congreso por Barcelona.

Borrell destacó el volumen de casas a rehabilitar, casi 6.000, que se corresponden con una población de 20.000 habitantes, que comparó a la Villa Olímpica de Barcelona. Por, ahora hay obras en 1.089 pisos y 26 fachadas. El ministro hizo "votos" por la continuidad de la colaboración tras las elecciones del 3 de marzo y aprovechó la jornada para analizar también el impacto de la ampliación del aeropuerto de Barajas con los responsables de las afectadas.

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