La viñeta navideña de Romeu, repetida

La viñeta de Romeu Historias de Miguelito aparecida el 24 de diciembre sobre el tema de la Navidad en el suplemento dominical era la misma que la publicada el 11 de diciembre del año pasado. Un joven lector de 23 años, David Rodríguez, de Leganés (Madrid), lo advirtió y acudió sorprendido al Defensor del Lector. Quería saber "cómo es posible que ocurra una cosa así". Y nos envió fotocopia de ambas viñetas repetidas. Además, explicaba el lector, no se había podido tratar de una simple repetición por descuido de la del año pasado, ya que en la de este año, con ser la misma, con el mismo texto y los mismos dibujos, el personaje lleviaba los pelitos más cortos y existían algunas mínimas diferencias en el color.El Defensor del Lector, tras haber confirmado en el archivo la veracidad de la queja del lector madrileño, ha pedido una explicación a Romeu, quien ha preferido que este departamento aborde el tema públicamente "para evitar cualquier malentendido", ha dicho. Y ha enviado el siguiente comentario sobre el hecho: "La justificación de la chapuza es tan simple como difícil de explicar, ya que concurren varias y penosas circunstancias. La primera es la Navidad. Dos meses antes empiezas a entregar (y no precisamente con excesiva felicidad) los mismos tópicos de cada año por enésima vez. La segunda es que cuando llevas más de 20.000 dibujos entre los ojos te cuesta recordarlos, más bien deseas oIvidarlos, y, es más, ya no puedo recordar qué dibujé esta mañana. Y la tercera es que, cuando me llaman del suplemento semanal para recordarme que el número de Navidad es extra y que mi historieta no sale, yo ya la he hecho, entregada y olvidada. Me digo: 'Olé, qué bien, ya tengo una historieta adelantada para la Navidad que viene', y me apunto en la agenda del año próximo: 'Aprovechar la historieta de Navidad del año pasado'. Sólo que este año yo no pensaba que la inédita era una ya publicada, por lo que tiene que andar por el diario otra inédita del 94".

Por lo que se refiere a los pequeños retoques de la de este año, que es la misma publicada el año pasado, Romeu explica que conserva siempre una copia de seguridad en blanco y negro, que es la ha enviado este año, coloreándola sin recordar cómo lo había hecho el año pasado. Y por lo que se refiere al cambio de peinado del personaje, lo hizo porque desde hace unos meses ya había introducido dicho cambio y así la adaptó al nuevo look.

En conversación telefónica, Romeu se ha mostrado orgulloso de que haya lectores "que lo sigan tanto que sean capaces de pescar hasta las chapuzas". Y ha subrayado que, precisamente porque sabe lo exigentes y observadores que son los lectores, nunca se le hubiera ocurrido repetir una viñeta, por si colaba, simplemente para ahorrarse un trabajo. Romeu asegura que no se dio cuenta el año pasado de que su viñeta de Navidad -que le habían dicho que no iba a ser publicada- apareciera fuera de fecha. "Francamente, yo no llevo la cuenta de lo que se me publica", afirma, "y por eso ni me di cuenta de que había salido; de lo contrario, por supuesto que este año no hubiera enviado la misma y hubiese dibujado una nueva".

Queda por explicar por qué los responsables del suplemento del domingo le dijeron a Romeu que no se iba a publicar su viñeta navideña mientras que en realidad apareció publicada 15 días antes de Navidad, exactamente el 11 de diciembre, y, por tanto, a destiempo.

El subdirector de la edición dominical, Francisco Basterra, explica de este modo lo que pudo ocurrir: "Nuestra confianza en Romeu, colaborador histórico de este periódico, es absoluta. Nunca pensamos que pudiera enviarnos repetida la misma historieta y no tenemos en la cabeza sus 50 viñetas anuales, que se unen al medio centenar de Mordillo y otros dibujantes que la Redacción procesa cada año, junto con centenares de artículos de colaboradores fijos".

"Semanalmente, el esfuerzo se realiza, sobre todo, en el control de los bocadillos de Historias de Miguelito para su correcta edición, más que en los dibujos. No tenemos especialistas en Mordillo, y ésta es una. labor en la que se van turnando distintos redactores a lo largo del curso". Y concluye Basterra: "En periodismo, la semana pasada es arqueología y un año se sitúa a parecida distancia que la que separa a la estrella Betelgeuse de la Tierra. Es evidente que el tópico navideño se repite desde siempre y lo que valía para el 94 es igual de actual para el 95 y servirá en el 96. Y también queda claro que Romeu no lee, su propia producción en El País Semanal y nosotros, al menos en esta ocasión, tampoco leímos a Romeu".

Lo que ocurre es que los lectores sí que se leen hasta las comas, lo que nos obliga también a hacerles partícipes de la peripecia cotidiana que supone hacer un diario, que es una de las tareas que nos proponemos con esta columna semanal: lanzar un puente entre los lectores y los responsables del diario para que podamos comprendernos y conocernos mejor.

Error del Ombudsman

También el Defensor del Lector se equivoca. Me lo ha hecho notar un lector con un fax sin firma. En mi columna del domingo 31 pasado escribí la expresión "echar las campanas al vuelo", cuando -como muy bien me recuerda el lector- lo correcto, según la Real, Academia, sería "echar las campanas a vuelo". Por lo que no me que da más que reconocer mi fallo y excusarme ante el solícito lector. Y puesto que éste es mi primer contacto con los lectores en 1996, les deseo a todos un Año Nuevo muy feliz, mientras sigo esperando sus quejas.Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector o telefonearle al número (91) 337 78 36.