HISTORIAS MENORES DEL CENTENARIO

La historia de los cien años de cine no sólo está llena de estrellas, productores, directores... También está llena de montadores, dobladores, coleccionistas y hasta de anónimos pintores de afiches. En Málaga se recuerda estos días a uno de sus artífices casi desconocidos, Francisco Fernández Marín, que durante tres décadas fue uno de los artífices anónimos de que los españoles nos acercáramos a las salas de proyección. Fernández Martín pintó durante casi 30 años los grandes carteles que se exhibían en las fachadas de los cines. Esos grandes afiches que, infortunadamente, apenas se conservan. Estos artistas veían la película, escogían una escena impactante y luego pintaban, por ejemplo, la sonora bofetada de Gilda o el gran rostro de Orson Welles con sombrero en Ciudadano Kane, muchas veces una escena encima de la otra por faltar bastidores. Fernández Marín, que actualmente da clases en la Escuela Municipal de Arte de Alhaurín de la Torre (Málaga), es el autor del mayor cartel de este tipo pintado en España: 18 por 13 metros tenía el que anunciaba Ben Hur. Y en esta capital andaluza también vive Rafael Sánchez, un profesor de inglés jubilado que llegó a coleccionar más de cuatro mil pequeñas propagandas o afiches de mano que repartía en los cines para anunciar las películas. O Andrés Hidalgo, director de un hotel que escribiendo a los artistas de todo el mundo ha conseguido reunir más de 500 fotografías con el autógrafo de famosos actores y actrices. Dice Hidalgo que Liz Taylor y MarIon Brando fueron los más roñosos, que le enviaron fotos minúsculas y sin firmar, aunque no llegaron al caso de Gessica Tandy o Mickey Rooney, que le reclamaron cinco dólares por su retrato firmado-