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Los planes del PP para fomentar el ahorro de agua son inaplicables

Las tres ideas del Gobierno de Madrid, del PP, para ahorrar agua son papel mojado. Gravar los consumos medios o excesivos, instalar saneamientos y electrodomésticos ecológicos -de bajo consumo- o premiar con descuentos en la tarifa a los ahorradores son medidas originales, pero inaplicables. Todas tienen alguna laguna que las hace impracticable.Primero. Para penalizar los consumos excesivos (más de 45.000 litros al trimestre), la condición es saber cuánto con sume cada usuario. Pues bien, el Canal de Isabel II no controla cerca de 1.200.000 contadores ubicados en el interior de las casas. "Nuestro reglamento nos impide entrar en los hogares para hacer la lectura", comenta María Ángeles Herrerías, jefa del servicio de usuarios del Canal. La empresa pública se limita en estos casos a leer el contador central del bloque, que no refleja los consumos individuales. Las tarifas, más altas para los que más gastan, sólo son aplicables si así lo acuerdan las comunidades de propietarios con las empresas privadas que leen los contadores individuales, según la explicación dada por tres de estas firmas.

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Segundo. La pretensión de Antonio Beteta, consejero de Hacienda y presidente del Canal, de devolver al usuario el 10% de lo que haya ahorrado en 1996 choca con el mismo inconveniente. La empresa, para bien o para mal, carece de datos del consumo de los 1,2 millones de usuarios.

Tercero. La idea del consejero Antonio Beteta de sustituir los saneamientos y electrodomésticos de las viviendas madrileñas por otros de menor consumo de agua es de momento inviable. Así de tajante se muestra Antonio Álvarez Barrios, director general de la Asociación de Fabricantes de Electrodomésticos de España, que recuerda que todavía no está en el mercado la lavadora de bajo consumo. En grifería está todo inventado, pero la asociación de fontaneros consi dera complicada su instalación en las casas más antiguas.

En la Comunidad de Madrid hay 245.000 contadores individuales y 197.000 colectivos, según los datos del Canal de Isabel II. Las principales medidas de ahorro aprobadas por el PP sólo son aplicables a los primeros, cuyo consumo controla el propio organismo público a través de sus empleados. Sólo los edificios de viviendas construidos después de 1992 están obligados a instalar cuarto exterior de contadores individuales. La mayoría de los usuarios de la Comunidad de Madrid tienen contador dentro de la casa, que es controlado por compañías privadas.

La lectura de un contador central o colectivo no suele registrar consumos excesivos, pues aunque alguna familia gaste más de 45 metros cúbicos se compensa con las que han usado menos agua (en la región, el 85% de las viviendas gasta menos de 45 metros cúbicos al trimestre). El Canal de Isabel II aplica en estos bloques su tarifa simple, aunque algún piso haya penalizado por consumir más de los estipulado en esa tarifa simple.

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Los fabricantes recuerdan a Beteta que la lavadora de bajo consumo no está inventada

VIENE DE LA PÁGINA 1Cuando la compañía privada entra a cada hogar y encuentra algún consumo alto surge el dilema. "Entonces depende de la comunidad de propietarios. Si nos dice que apliquemos el bloque de tarifas con penalización, lo que ocurre es que al final le sobra dinero a la comunidad de propietarios [que ha abonado al Canal la tarifa simple]", dice José Luis Bethancourt, director de Ullastres, compañía que controla 300.000 contadores en Madrid.

Estos consumos excesivos engordan la caja de la comunidad de propietarios, nunca la del Canal de Isabel II, como pretendía su presidente, Antonio Beteta. Conclusión: "Lo que se ha aprobado es muy difícil de aplicar", dicen las compañías privadas que entran en los pisos a leer los contadores (por lo que cobran cada trimestre unas 300 pesetas por vivienda).

El Canal de Isabel II reconoce el problema, pero se niega a utilizar la información de las compañías privadas para resolverlo. "Eso sería imposible, porque no sabemos cómo se hacen lecturas ni si resultan rigurosas", dice María Ángeles Herrerías. La responsable del servicio al usuario confiesa: "Nos tenemos que mover con lo que hay. Las condiciones técnicas son las que son. Pero si las comunidades de propietarios instalan un cuarto de contadores a nivel de calle, nosotros estaremos encantados de facturarles", anuncia.

El Consejo Económico Social (formado por sindicatos, patronal, vecinos, consumidores y economistas) ha recomendado al Ejecutivo regional la colocación de contadores individuales en todos los edificios para evitar el descontrol actual. "Al aplicarse las tarifas a edificios plurifamiliares", dice el Consejo Económico Social, "hay poca relación entre el uso que hace del agua una familia y la tarifa que se le aplica".

Baños ecológicos

La otra medida revolucionaria del PP para ahorrar agua, consistente en renovar los electrodomésticos y saneamientos por otros de menor consumo, también ha embarrancado.

Las cocinas y baños ecológicos no están tan cerca de los hogares madrileños como pretende el Gobierno de la región. La lavadora de bajo consumo ni siquiera está inventada y la implantación de grifos y cisternas que ahorren agua sólo será viable en casas de nueva construcción, según la Asociación Nacional de Saneamientos. Aunque, según algunos fabricantes de grifos, la instalación es posible en cualquier hogar. "En grifería está todo inventado", aseguran.

La noticia de que la Comunidad de Madrid quiere imponer grifos, duchas y electrodomésticos de bajo consumo fue "una sorpresa" para la Asociación de Fabricantes de Electrodomésticos de España. "Las declaraciones del señor Beteta están brindadas al tendido del sol. Son manifestaciones grandilocuentes en las que no se ha contado con la información de los técnicos", afirma Antonio Álvarez Barrios, director general de dicha asociación.

"El ahorro de agua es una preocupación constante para nosotros, y, evidentemente, el futuro empuja hacia aparatos ecológicamente más razonables. Pero se habla de lavadoras capaces de consumir la mitad de agua como si fuera un aparato que se inventa de la noche a la mañana. No se trata de cambiar los tubitos y poner otros más finos. Hay que cambiar toda la tecnología y, por supuesto, también los detergentes, que tendrán que lanzar fórmulas nuevas".

Sólo los grifos y las cisternas ecológicos están ya en el mercado y se pueden instalar sin problemas en cualquier hogar, antiguo o moderno. Un economizador de ducha cuesta 300 pesetas. Pero, como indica un fabricante, "el bajo consumo de agua no depende la grifería".

Para la Asociación Provincial de Empresarios de Fontanería y Saneamiento de Madrid (Asefosam), lo más complicado es la implantación de los sistemas de bajo consumo. "Será fácil de llevar a cabo en las viviendas de nueva construcción, pero verdaderamente complicado en las viviendas antiguas".

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