La noche, la soledad y la violencia captaron a los jóvenes escritores

, Supieron el tema del concurso esa misma mañana -Sucedió una noche en Madrid-, echaron mano de sus recuerdos y de sus influencias literarias y los escupieron en un par de folios. Más de 500 larvas de escritor entregaron a tiempo sus relatos. Los textos crujían de violencia o lloraban de soledad. "Y vomité" fue la frase más repetida. La muerte fue el final más recurrente. Los ganadores recibieron ayer sus premios.

Juan Murillo y Raúl Herschel ganaron el concurso de narración rápida organizado por EL PAÍS, la FNAC y la editorial Alfaguara. Paula Serraller quedó finalista. Los tres entregaron sus textos al filo de las 20.00 del 3 de diciembre, la hora límite.Los premios se entregaron ayer en la FNAC tras una mesa redonda en la que el escritor Arturo Pérez Reverte trató de descifrar ¿Cómo se escribe una novela? junto con el escritor Manuel de Lope, el editor Juan Cruz y el periodista Álex Grijelmo. La forma de escribir una novela tiene poco que ver con la improvisación y las prisas del concurso, según Pérez Reverte, que suele dedicar largos meses a sudar tramas, esquemas y diagramas y asegura que antes de sentarse a escribir ya sabe casi todo lo que va a pasar en su texto.

"Hay que vivir mucho antes de narrar", aconsejó Pérez Reverte al centener largo de jóvenes que formaba su audiencia. De Lope remachó el punto al señalar que es muy difícil discernir si una persona de 20 años tiene madera de escritor.

El jurado

El jurado estuvo formado por De Lope, Grijelmo y los resposables de comunicación de la FNAC Miguel Barroso y Paula Izquierdo. Los dos ganadores se repartieron ayer un cheque regalo de la FNAC por 100.000 pesetas, y la finalista recibió otro de 25.000. Los tres relatos se publicaron en EL PAÍS el pasado día 16.Juan Murillo, de 28 años, trabaja como jefe de obra. Su relato Mala suerte persigue por la noche madrileña la disgregación de la personalidad de un desahuciado. "Aquel domingo me levanté pronto", cuenta, "vi el tema del concurso, me di una vuelta y lo escribí en poco más de una hora". Murillo es un escritor impenitente de relatos sobre la vida marginal y las sombras urbanas.

Raúl Herschel no madrugó ese día. Su madre tuvo que emplearse a fondo para persuadir a este estudiante de Filología Italiana, nacido en Dalirán (Arabia Saudí) hace 20 años, para que se acercara a la FNAC a recoger las bases. "Es divertido escribir tan rápido", dice, "evita que te pongas pedante y pretencioso".

La presentación a concurso de Paula Serraller, licenciada en Farmacología de 23 años, también debió mucho a la insistencia de su madre. Serraller es gran admiradora de Steinbeck y Roal Dahl, pero su puntualidad se parece más a la de Oscar Wilde y estuvo a punto de darse de narices contra la puerta.