El PP exige un presidente 'suyo' para renovar ahora el CGPJ

Las discrepancias entre el PSOE y el PP sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que concluyó su mandato el 8 de noviembre, tienen como telón de fondo la pretensión del PP de imponer como futuro presidente a un magistrado. conservador. Tras las negociaciones frustradas entre los portavoces parla mentarios del PSOE, Joaquín Almunia, y el PP, Rodrigo Rato, Almunia, reveló ayer que el CGPJ podria renovarse dentro de 1995. Almunia dijo que entre hoy y mañana podría haber acuerdo si se superasen las únicas reticencias del PP. La renovación de los 20 miembros del- CGPJ exige los tres quintos del Congreso y del Senado -cada Cámara elige 10-, lo que requiere los votos de PP y PSOE."Si la razón acude en ayuda del Grupo Popular, yo mantengo la esperanza de que pueda renovarse", dijo Almunia. Negó el reparto de los 20 vocales entre los grupos y rechazó una elección por exclusiva iniciativa de las asociaciones de jueces y fiscales, ya que abriría la puerta a un CGPJ corporativista.

Lo que no dijo en público Almunia, pero confirman las fuentes parlamentarias y judiciales consultadas, es que, como condición para la renovación inmediata, el PP exige que el futuro nuevo presidente del CGPJ -que lo será también del Tribunal Supremo- sea de perfil conservador. La objeción de que son los 20 vocales elegidos por el Parlamento los que eligen a su presidente es contestada con el argumento de que se supo con antelación que serían Antonio Hernández Gil, en 1985, y Pascual Sala, en 1990, los elegidos.

Fuentes judiciales y parlamentarias confirmaron ayer que los tres candidatos sucesivamente propuestos por el PP son los magistrados de lo contencioso-administrativo José Gabaldón, vicepresidente del Tribunal Constitucional; Javier Delgado Barrio, también magistrado del TC, y José María Ruiz Jarabo, magistrado de la Sala Tercera del Supremo.

Gabaldón, que fue el primer presidente de la conservadora y mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura, suscitó el mayor rechazo socialista. Pero el PSOE podría aceptar la candidatura de uno de los otros dos o llegar a un acuerdo sobre un cuarto.