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UN HOMBRE CLAVE EN LA TRANSICIÓN

Un escolta herido le dio oxígeno en el coche volcado

José Ignacio Carnicero, inspector de policía que custodiaba al general Manuel Gutiérrez Mellado y que viajaba con él, administró oxígeno al herido dentro del vehículo volcado. Él había resultado a su vez lesionado en un hombro. En el interior del automóvil se vivieron momentos de angustia.El accidente sobrevino tras "subir una pequeña cuesta e iniciar el descenso", junto al punto kilométrico 115, según cuenta el inspector Carnicero desde el lecho donde convalece. "El hielo hizo que el vehículo derrapara; luego giró, dio una vuelta de campana y se precipitó ruedas arriba por un talud de un metro de profundidad", explicó.

"Don Manuel se hallaba consciente, se quejaba de que no podía respirar. Entonces, le di oxígeno y le apliqué un aerosol que él empleaba para combatir sus dolencias respiratorias", relata el funcionario del Cuerpo Superior. Posteriormente, él salió por una ventana y sacaron al capitán general por una de las puertas.

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"A bordo de un vehículo de escolta, que venía detrás, nos trasladaron al herido y a mí a un centro de salud de Alcolea, donde fue examinado. Pidieron una ambulancia y se autorizó el traslado a Guadalajara. En el trayecto, don Manuel murió". Fue a unos 15 kilómetros antes de llegar a Guadalajara.

El capitán general Gutiérrez Mellado sufrió lesiones pulmonares cuya gravedad, por sí misma, causó su muerte. Además del hundimiento de la parrilla costal en ambos lados del pecho, que le produjo desgarros pulmonares, sufrió otra lesión craneoencefálica en la nuca. Este es el criterio del doctor Francisco Sáiz García, director del hospital General Universitario de Guadalajara, donde el capitán general ingreso cadáver a las 12.48 de ayer. "Hubiera muerto en cualquier caso", dijo el doctor Sáiz a este diario, "incluso de no tratarse, como se trataba, de un enfermo crónico de enfisema pulmonar [dolencia que reduce la capacidad respiratoria]". Al cadáver no le fue practicada autopsia.

Gutiérrez Mellado y sus acompañantes viajaban con dirección Barcelona, donde el capitán general tenía planeado pronunciar una conferencia sobre Las Fuerzas Armadas y la transición democrática.

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