12 heridos y 20 detenidos tras una noche de violencia en Londres

La calle principal de Brixton, una barriada del sur de Londres marcada por los conflictos sociales, mostraba ayer los signos de una noche de violencia y pillaje similar a la que sacudió el barrio durante la primavera de 1981. Escaparates rotos, coches quemados y mobiliario urbano hecho añicos eran el saldo material de los destrozos, valorados en millones de libras, de lo que comenzó como una protesta pacífica la noche del miércoles, y acabó como una auténtica batalla campal entre policías y manifestantes, la madrugada del jueves. Doce personas permanecían hospitalizadas ayer y 20 detenidas en comisaría a consecuencia de los graves incidentes.La violencia estalló cuando la policía antidisturbios cargó con demasiada contundencia, según algunos observadores, contra unos cien jóvenes que se habían concentrado ante la comisaría de la zona. Chinos negros y blancos, algunos de no más de 12 y 13 años, expresaban su indignación por la muerte en ese mismo centro de un joven de color detenido la pasada semana.

La detención de Wayne Douglas, de 26 años, el 5 de diciembre, no había sido sencilla. La policía reconoció haber hecho uso de los bastones de cuero para reducir a Douglas, tras una persecución por las calles del barrio. Pocas horas después, el detenido fallecía. Un primer examen forense dictaminó problemas cardíacos, pero, en una barriada diezmada por el paro, el suceso -el segundo joven de color muerto en la comisaría de Brixton este año- se ha interpretado en clave racista. La familia del fallecido ha solicitado un segundo examen forense y se ha abierto una investigación.