Muchos duelos vecinales en Italia contra Inglaterra

No sólo España puede empezar a preocuparse por la fórmula que clasifica para Francia automáticamente sólo al primero de cada grupo y al mejor segundo. En un sorteo que deparó numerosos choques vecinales -Holanda y Bélgica, por ejemplo, o todos los Balcanes dentro de un mismo grupo, lo mismo que las repúblicas bálticas, sin olvidar la reunificación de la República Checa y Eslovaquia dentro del grupo español-, futbolísticamente hablando lo más duro les llegó a Italia e Inglaterra, dos superpotencias históricas -cuatro títulos mundiales entre ambas- que tendrán que pelearse por una sola plaza, acompañadas, además, de la vieja Polonia.Arrigo Sacchi, seleccionador que condujo a Italia a la final de Estados Unidos 94, se echó a reír nada más ver lo que le espera, manera de ahuyentar el miedo. Luego, más calmado, afirmó con confianza: "Nuestro grupo es muy duro. Inglaterra y Polonia son dos magníficos equipos. Inglaterra tiene jugadores muy fuertes, pero espero que Italia sea más fuerte aún, y terminar primeros. Esperemos no formar parte de las víctimas ilustres que seguro que se producirán".

El morbo geoestratégico-político llegó con los intentos de recrear el mapa de la Europa de antes de la caída del muro. Los Balcanes aparecerían nuevamente unidos si los dictámenes del bombo tuvieran ese poder. A falta de ello, las bolas mareadas por Joseph Blatter regalaron morbo. La ex Yugoslavia casi en pleno: Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina conforman una liguilla junto a su vecina Grecia y la nórdica Dinamarca. Si futbolísticamente las dudas son fuertes -¿hasta qué punto la campeona europea, Dinamarca, es superior a la mundialista Grecia o a la nueva Croacia de Davor Suker?-, políticamente el drama es aún más intenso. Bosnia, recién llegada a la vida independiente, deberá debutar futbolísticamente frente a su hasta hace poco rival bélico Croacia.

Sin embargo, el seleccionador de Bosnia -equipo en el que la estrella es el barcelonista Kodro-, el ex jugador del Betis Hadzibegic, aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento de concordia. "Nosotros ya estamos felices por el simple hecho de jugar el Mundial", dijo Hadzibegic. "Pero el hecho de jugar contra Croacia y Eslovenia no cambia nada; en realidad es un placer porque jugaremos con todo el pueblo bosnio detrás y pensando sólo en la victoria, no en la política".