Yugoslavia es el escollo de España hacia Francia
El sorteo preliminar de Francia 98 no fue demasiado benévolo con España. La selección española de Javier Clemente se jugará su pase directo al Mundial con una vieja conocida, Yugoslavia (Serbia y Montenegro), la misma escuadra que la apeó de Italia 90. España quedó encuadrada en el grupo 6, integrado por un total de seis selecciones. La mecánica del sorteo, celebrado ayer en el Carrousel del Louvre, en París, otorga acceso directo únicamente a los campeones de grupo y al mejor segundo. Los restantes segundos se jugarán el pase a doble partido. Por ello, no sentó nada bien en la delegación española el emparejamiento con Yugoslavia."No es un grupo fácil, pero tampoco le tengo miedo", dijo el técnico español. "Todavía hay grupos más potentes".
El grupo 6 lo integran, además de España y Yugoslavia, las selecciones de la República Checa, Eslovaquia, Malta y las Islas Feroe. Ni en eso tuvo excesiva suerte la delegación española: las manos inocentes no quisieron que se quedara en uno de los cinco grupos compuestos solo por cinco selecciones. El conductor del sorteo, que fue retransmitido por televisión a 20 paises, no pudo por menos que musitar las palabras "faltan fechas" cuando salió la bolita de España. Aludía a la apretadísima Liga de 22 equipos, la más larga de toda Europa. Clemente, una vez acabada la ceremonia, solicitó a la Liga de Fútbol Profesional que sea más flexible en su calendario y que no entorpezca el trabajo de sus hombres. "Vamos a ver si pensamos en la selección nacional y la LFP nos pone facilidades para ser campeones".Clemente afirmó que considera que tanto España como Yugoslavia son candidatas a ocupar la primera plaza, pero advirtió que otras dos selecciones -la República Checa y Eslovaquia-actuarán de "llave" en el torneo. "Son inferiores a nosotros, pero nos obligarán a jugar muy bien para evitar posibles tropiezos. Se presentan seis partidos muy fuertes", dijo el técnico. "No son comparsas". Malta y las Islas Feroe, un conjunto de pescadores aficionados, dirigido por el ex barcelonista Allan Simonsen, no tienen ninguna oportunidad. Otra cosa le disgustó a Clemente: "Volvemos al frío". Lamentaba que las Ligas de varios de los rivales quedan interrumpidas en invierno y que se precisarán campos alternativos.
Alegría de Miljanic
La delegacion española comprobó ayer el escaso entusiasmo que le proporcionaba el sistema elegido por la UEFA para designar a las selecciones que obtendrán plaza fija para Francia. Se necesita ser campeón para evitar sufrimientos de última hora y no cruzarse después con otros segundos. El método contiene mayor emoción, pero es más arriesgado. De ahí que la pugna con Yugoslavia se adivine vital. Clemente insistió en que será un hueso difícil de roer: "Tiene futbolistas fantásticos. Están ahi Mijatovic, Djukic, Brnovic", dijo. "Es un equipo muy potente". El seleccionador calculó que España deberá disputar seis partidos "muy fuertes" si quiere estar en Francia. Sin embargo, insinuó que todavía había un grupo menos apetecible: el 2, compuesto por Italia, Polonia e Inglaterra. El técnico italiano no podía reprimir su disgusto ante el capricho del bombo.
Dos personas parecían felices por cruzarse sus caminos con el de la selección española: Miljan Miljanic, el ex técnico que ahora preside la Federación de su país, y Simonsen. Miljanic consideró a Yugoslavia y España candidatas a campeonas de grupo. Se deshizo en elogios a la trayectoria de la selección en los últimos 10 años y a los nuevos valores surgidos. Pese a todo, afirmó que su selección, dirigida ahora por Slobodan Santrac, un entrenador procedente del fútbol base, es capaz de vencer a cualquiera si tiene un buen día. "Tenemos a más de medio equipo jugando en la Liga española y, espero que la FIFA dicte fechas para poderlos reunir sin problemas". Simonsen, por su parte, aseguró que su sueño se había cumplido: quería jugar contra Alemania o España, dos de los países en los que vivió como jugador. Dijo palabras tranquilizadoras sobre el potencial de su equipo, integrado por pescadores aficionados. "Me conformo si ganamos a Malta".
Francia vivió algo ajena al tumulto que hubo ayer por la tarde en el Carrousel del Louvre en París, bajo las entrañas de la plaza del célebre museo. Allí se dieron cita lo representantes de las 172 federaciones cuyos países aspiran a jugar en el Mundial. Los parisinos, abrumados con la huelga, que ayer cumplió su 19º día, acentuada además con las manifestaciones, fueron casi ajenos al sorteo. Al margen de los técnicos y de los deportistas que se prestaron a dar su imagen para hacer más atractiva la ceremonia, pocas primeras figuras del fútbol se dieron cita. Y todo ello en medio de unas excepcionales medidas de seguridad, con dobles invitaciones incluso, por los últimos atentados islamistas producidos en Francia.
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