La clínica de Holanda que da a elegir el sexo de los hijos seguirá abierta
La ministra holandesa de Sanidad, Els Borst, dio ayer marcha atrás en su intención de cerrar una clínica privada, situada en Utrecht, famosa por su oferta a las parejas de poder escoger el sexo de sus hijos mediante un sistema de inseminación artificial. La ministra no ha encontrado una base legal para proceder a la clausura. La oferta de la clínica de pedir niño o niña cuesta 2.000 florines (unas 150.000 pesetas). El Parlamento está preparando uña ley sobre inseminación artificial y salud pública; pero, según Sanidad, ni con ese texto tendrá que cerrar la polémica clínica, al no ser que se detecten anomalías graves.
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