Los barrios 'ricos' consumen hasta cuatro veces más agua que los de menor renta

Dime el agua que consumes y te diré en qué barrio vives: pobre o rico. En Madrid, el consumo de agua determina la calidad de la zona donde se habita. Quienes viven en Moncloa gastan cuatro veces más agua que sus vecinos de Tetuán, y los de Chamartín, dos veces más que los de Vallecas. Así lo decía un estudio de predicción del consumo elaborado por el Canal de Isabel II, contrastado ahora por los datos de los contadores.

El agua define los niveles de bienestar y también revela cuántos madrileños sobreviven aún sin haber alcanzado un nivel medio de relativa comodidad. El vecino cuyo consumo no supera una media de 100 litros al día se puede decir que deambula en los ámbitos de la pobreza ya que no alcanza el estándar considerado como aceptable (170). Y de esos hay más de un millón en Madrid.Pero de la misma manera que en los sesenta sólo disponía de agua caliente el 33% de los madrileños y ahora disfrutan de ella casi el 99%, gracias a una mejora de la renta, el conocimiento de los cambios económicos es vital para conocer la evolución del consumo del agua. Así, si no se tuerce la tendencia experimentada en los útimos años, es previsible que ese millón largo de madrileños alcance mejores horizontes de bienestar y se suba al carro de los consumidores de agua; habrá pues que aumentar los, recursos disponibles.

A Rafael Vigueras, jefe de planificación del Canal de lsabel II, estos cálculos le inducen a afirmar que el consumo de agua en Madrid va a crecer necesariamente, en virtud de la mejora de la calidad de vida de los vecinos de menor renta. En contra de lo que. pudiera palecer, influirá más ese punto de partida que el exceso de consumo de los vecinos que ya disfrutan de una buena posición económica.

Irregular distribución

"Alcanzado un nivel determinado de bienestar, los consumidores no disparan el gasto de agua, se mantienen en una franja estable", afirma Vigueras. A las pruebas se remite. En 1991, la población servida por el Canal de Isabel II (129 municipios, casi cinco millones de vecinos) consumió 590 hectómetros cúbicos, cifra récord en toda la historia de la Comunidad de Madrid. Pues bien, con la irrupción de la sequía y las campañas disuasorias, el consumo se ha estabilizado en los años posteriores en los 500 hectómetros, no se ha modificado un ápice. Muchas de las urbanizaciones han recurrido a perforar pozos para abastecer las necesidades de riego de sus jardines. Con todo, el estudio revela la irregularidad en la distribución de los consumos; el 62% de las viviendas utilizan el 30% de la demanda y. sólo un 6,7% de ellas gastan el 35% del volumen total domiciliario.

Vigueras resalta que los datos del informe elaborado hace dos años deben ser tenidos en cuanta con un cierto margen de error, habida cuenta de que se trata de muestras deducidas del consumo facturado por las comunidades de vecinos -no se especifica en muchos casos usos terciarios o industriales-, ya que en Madrid apenas existen contadores individuales controlados directamente por el Canal.

Para calcular las demandas del futuro el responsable del Canal de Isabel II considera que es necesaria la actualización del estudio elaborado hace dos años, tarea que espera tener concluida a finales de 1996. En este trabajo tendrá en cuenta un dato no menos relevante que las rentas económicas de los vecinos, cual es el número de éstos que habitan una vivienda. En la última década ha disminuido de 3,75 a 3,25.