Los empresarios catalanes promueven el apoyo estable de CiU a un futuro gobierno del PP

Fomento del Trabajo, Círculo de Economía e Instituto de la Empresa Familiar preparan el clima del fin de la hegemonía socialista. Promueven un pacto entre CiU y el PP. Superando años de falta de diálogo, los presidentes de las tres, instituciones se reunieron, la pasada semana y acordaron actuar como una sola voz en apoyo de la gobernabilidad de España. Los empresarios quieren así el futuro acuerdo entre nacionalistas y conservadores: si no es posible un gobierno de coalición, el apoyo de CiU no debe que en mero soporte Presupuestario. El Círculo ya se ha reunido con los portavoces del PP, Rodrigo Rato, y de GU, Joaquim Molins. Mañana lo hará con Joaquín Almunia, del PSOE.

El entendimiento entre las organizaciones empresariales depende de sus líderes. Juan Rosell, presidente de Fomento y Vicepresidente de La CEOE; Josep Piqué, presidente del Círculo, y Mariano Puig, presidente del IEF, acordaron constituir un frente común de diálogo en una reunión celebrada el pasado jueves en Barcelona.Esta cumbre en sí misma representa un- giro respecto al pasado de las instituciones civiles. El Círculo de Economía un foro de inspiración política mayoritariamente convergente y socialista, ha prescindido desde su fundación del sector duro de la patronal, concentrado en Fomento.

Ahora, ambas instituciones han dado muestras de iniciar una etapa de complementariedad. Por un lado, Fomento -instrumento concertador vertebrado en la CEOE- puede hacer valer su afinidad con el PP para que el partido conservador modere su discurso tradicionalmente antinacionalista.

Por otro lado, el Círculo de Economía, foro de grandes debates en las últimas décadas, tiene un notable grado de influencia en el entorno de Jordi Pujol. Junto a ambas entidades empresariales se alinea el IEF, un selecto grupo de industriales y empresas familiares menos politizados y más preocupados por asegurar un gobierno capaz de concretar sus clásicas reivindicaciones fiscales y en materia laboral.Emprendedores y financieros consideran que la pérdida de la mayoría absoluta de, CiU en las autonómicas define un punto sin retorno. CiU sólo puede evitar la precariedad política y no perder su hegemonía en los foros civiles si a partir de ahora apuesta por la gobernabilidad, cualquiera que sea el resultado de las elecciones de marzo. De hecho, los recientes comicios autonómicos demuestran que la opinión pública ha plasmado ya en parte esta correlación que las élites tratan ahora de formular ordenadamente.La junta directiva del Círculo de Economía considera que la transformación del mapa político catalán, tras la pérdida de la mayoría absoluta por parte de CiU, no es mala si contribuye a revitalizar el debate parlamentario e imprime mayor pluralidad a la vida política.

Los sectores dirigentes de Fomento desean, por su parte, una victoria de los populares en marzo. Pero sobre todo, las tres instituciones coinciden en el mismo punto: si el PP no alcanza la mayoría absoluta, los nacionalistas catalanes deben dar soporte a la gobernabilidad. Esta es la base de la conspiración que se está fraguando estos días entre las élites económicas y a la que tampoco son ajenos algunos sectores académicos.

Los mercados

La dureza con que los mercados financieros acostumbran penalizar las alegrías monetarias se ha convertido en el principal temor de los operadores económicos. Ahí nace su obsesión por que los ejercicios fiscales de los dos próximos años no acaben desviando a España de la convergencia con la Unión Europea.

Nadie puede inventar una vía individual ignorando su contexto. Inglaterra no es un ejemplo; Francia quiso salir del sistema monetario en 1979 y en 1982; Alemania lo intentó en 1980 y ambos lo pagaron. Los empresarios miran a Pujol al formularse esta pregunta: ¿Por que las consecuencias muy negativas de aquellas decisiones no se iban producir ahora si España vacila en su disciplina fiscal y decide salirse temporalmente de la convergencia con la Unión Europea?.

Fernando Casado, gerente del IEFI lleva mas lejos este argumento consciente de que no habrá contención del déficit sin ahondar las reformas estructurales. "Después de marzo, poco podrá hacerse en 1996; pero para el próximo ejercicio es necesario abordar la liberalización de algunos servicios sociales y una nueva reforma del mercado laboral", afirma Casado.