_
_
_
_
Entrevista:

"El pueblo argelino está listo para una vida política libre y pluralista"

Salima Gezhali, una de las más combativas representantes de esa Argelia que se niega a tomar partido por los militares o los islamistas, afirma que sus compatriotas están preparados para "una vida política libre y pluralista", y pide a los Gobiernos europeos que den "primas a la apertura en los países del Sur". Tras haber participado activamente en el Foro Civil Euromed, de Barcelona, Gezhali regresa a. Argelia para seguir dirigiendo el. semanario La Nation, prohibido, numerosas veces por los militares en sus tres años de existencia, la última en las vísperas de las, elecciones presidenciales. ¿Motivo? "Postular una solución política a la crisis".Pregunta. En esta ribera del Mediterráneo se tiene la impresión de que la crisis argelina ha entrado en fase más esperanzadora tras las elecciones presidenciales. ¿Comparten esa impresión en el otro lado?

Respuesta. Esas elecciones no se desarrollaron en un clima completamente democrático, pero pueden representar el comienzo de un desbloqueo de la situación. La participación fue importante, y la oposición, incluido el FIS, ha reaccionado positivamente ante el hecho consumado de la victoria de Zerual. Ahora le toca mover ficha al poder. Pero en el poder hay dos tendencias. Unos quieren utilizar la legitimidad de las urnas para cerrar aún más el camino a la oposición. Otros dicen que, puesto que el sistema argelino es presidencialista y que el Ejército y los medios financieros tienen asegurado el control gracias a Zerual, puede pensarse en unas elecciones libres y pluralistas.

P. ¿Qué pasos debería dar el poder?

R. El primero, una amnistía; el segundo, la apertura de un diálogo real para preparar las legislativas con aquellos que no están de acuerdo con él. El régimen saca una conclusión demasiado eufórica de la participación electoral en las presidenciales: la mayoría no votó a favor de su programa, sino a favor de la paz.

Teoría del mal menor

P. El poder argelino se presenta ante los europeos como un mal menor frente a los islamistas, y eso parece funcionarle.

R. El poder maneja dos ideas contradictorias. Dice que la mayoría de los argelinos está por un islam abierto y tolerante, y añade que, si los militares abren la mano, Argelia se convertirá en una república integrista. Yo creo en la primera i ea con todas sus consecuencias. El pueblo argelino está listo para una vida política libre y pluralista, una vida que incluya a los islamistas. Son una tendencia de fondo de nuestro sociedad que no puede ser borrada de un plumazo o un cañonazo. Expresan problemas reales y proponen soluciones con las que yo no estoy de acuerdo. Si se les excluye, no tendrán más remedio que seguir manifestándose a través de la violencia.

P. Uno de los foros de Euromed ha estado consagrado a las mujeres. Allí ha vuelto a escucharse aquello de la contradicción esencial entre el islam y la igualdad de los sexos. ¿Qué piensa usted, que dirigió la revista feminista Nissa, de esa idea?

R. No es una idea, es un estereotipo. El respeto a la dignidad y los derechos de las mujeres son perfectamente posibles en un país musulmán. Lo que se opone a esa dignidad y esos derechos es el déficit democrático y el subdesarrollo.

P. Usted ha protestado por el hecho de que los medios de comunicación occidentales atribuyan por sistema a los islamistas los asesinatos de mujeres argelinas. ¿Le consta que no es así?.

R. En Argelia hay un control casi absoluto de la información por parte del poder. Es cierto que los islamistas son los responsables de muchos hechos violentos ocurridos desde 1992, pero no de todos. Existen también grupos armados más o menos incontrolados que libran una guerra feroz contra los islamistas. Me consta que esos grupos son responsables de numerosos crímenes, incluidos algunos contra las mujeres. En Argelia han muerto decenas de miles de personas, y sólo un puñado eran periodistas o mujeres. No me gusta esa solidaridad selectiva.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_