La pasividad del alumnado define las elecciones a claustro en la Carlos III
Poca o ninguna expectación se respiraba ayer en las aulas del campus de Getafe (144.000 habitantes) de la Carlos III ante la celebración, durante todo el día de hoy, de las primeras elecciones al claustro, máximo órgano de gobierno de la universidad. De los 250 claustrales, tan sólo 45 (el 18%) corresponden a los estudiantes, pero en algunas de las circunscripciones ni siquiera se ha llegado a cubrir el cupo de candidatos. La apatía de un alumnado escéptico y la falta de información pueden explicar tan exiguo entusiasmo electoral.
Los de hoy son los primeros comicios que se convocan en la Carlos después de que el claustro constituyente aprobara en febrero los estatutos de la universidad y se disolviese. Sin embargo, los tablones de anuncios distaban ayer de estar empapelados con ofertas de las distintas candidaturas. La campaña electoral ha resultado muy gris. Los Estudiantes Progresistas en Derecho (EPD) realizaron. el lunes una presentación de su programa; poco más ha habido. "No sabemos ni quiénes son los que se presentan, ni qué proponen, ni nada de nada", confesaban ayer Antonio y Roberto, dos alumnos de tercero de Económicas. "Aquí los alumnos no tenemos ninguna representación. Todo el peso lo llevan el rector [Gregorio Peces-Barba],y los profesores. O aceptas las normas que te imponen o te vas". dice Antonio.El porcentaje de alumnos con presencia en el claustro de la Carlos III es 10 puntos inferior al de, por ejemplo, la Universidad Autónoma de Madrid. Pese a ello, en algunas facultades ni siquiera se ha completado la cuota de candidatos: en Gestión y Administración Pública se han presentado dos para cinco puestos; en Administración y Dirección de Empresas, 10 alumnos pugnan por 11 plazas. Mónica Blanco, candidata de Lista para Todos (LPT) en Economía y Estadística, admitía la escasa implicación de los universitarios: "La gente no se quiere pringar y además somos una minoría respecto a los profesores".
"Esas carreras se han quedado sin candidatos por desinformación", tercia Francisco Sánchez, de una lista independiente. "La culpa la tiene la institución. Sé divulgan más las conferencias que organiza el rectorado que estas elecciones". Su compañero Rubén Martínez intentará salir elegido hoy "para luchar por una universidad democrática, participativa y conectada con su entorno". "Leí lo que publicasteis en EL PAÍS el lunes [Las aulas ensimismadas] y es la puta verdad", agrega Sánchez, que se refiere a la falta de relación de la universidad con la población de Getafe. "Con los planes que aquí sufrimos no se puede hacer vida social".
Entre los escasos colectivos que concurren a las urnas el recelo hacia los nuevos planes de estudios parece ser una constante. "Habría que analizar el aumento de la carrera a cinco años", apuntan en EPD, "porque la carga lectiva cuatrimestral es excesiva". Esta asociación, que se promociona bajo el lema "Pensamos la Universidad", aboga por la apertura hacia la sociedad y rechaza frontalmente la tan comentada regulación de la pasantía propuesta recientemente por el Consejo General de la Abogacía.
En LPT también entienden que las carreras de cuatro cursos son cuestionables pedagógicamente", y abogan, además, por un turno único "ante el agobio que supone tener clases mañana y tarde".Esta última candidatura, constituida por delegados de clase, se define como "apolítica", aunque sus detractores les tachan de "amiguitos del rector", y su lema reza: "Somos diferentes, somos iguales, somos estudiantes". Su propuesta más controvertida es la dé reivindicar la biblioteca para ellos. Por eso, dicen, "es necesario que se restrinja el acceso a la gente de fuera". "Eso es una aberración", clama Francisco Sánchez. "Los de LPT me recuerdan al sindicato vertical. Llegaron incluso a proponer que los claustrales salieran de la delegación de alumnos, lo que no parece precisamente democrático".
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