MIRONA CON CÁMARA
Dirty windows es el título de la exposición más comentada de Nueva York en estos días. La autora, la fotógrafa Merry Alpern, comprobó hace un par de años que el desván de una amiga daba al lavabo de un local de alterne frecuentado por empleados de Wall Street. Desde su punto de observación, se dedicó a fotografiar todo lo que ocurría enfrente, desde el uso de drogas por parte de las empleadas hasta sus breves encuentros con clientes. Alpern pidió una ayuda económica para desarrollar el proyecto al National Endowinent for the Arts, la oficina gubernamental de apoyo a los artistas, pero fue rechazada: en el Washington dominado por los republicanos, todo lo que se refiera al sexo o al cuerpo humano tiene pocas posibilidades de lograr subvenciones. La negativa ha dado publicidad extra a Dirty windows: abundantes museos y coleccionistas están comprando copias de las fotografías.
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