Cientos de vecinos asisten al entierro de la niña autista muerta en La Coruña

Eva María Lavandeira, la niña autista de cinco años que apareció muerta en un monte de Vimianzo (La Coruña) el pasado sábado, a los siete días de su desaparición, fue enterrada ayer en el cementerio de la parroquia de Calo, donde vivía. En el acto participaron cientos de vecinos. Aunque todavía no se han hecho públicos los resultados de la autopsia, se da por seguro que la niña falleció a causa del frío y del agotamiento, posiblemente dos días después de haber desaparecido, según fuentes de la investigación.

Ayer, segundo día de luto oficial en Vimianzo, cientos de vecinos, muchos de los cuales habían participado en las infructuosas labores de búsqueda, se concentraron a las 12 del mediodía en el exterior de la casa de la familia Lavandeira y recorrieron bajo la lluvia el trayecto hasta la iglesia parroquial. "Esto es lo peor que ha pasado por aquí. No tiene sentido", afirmaba un asistente que se había desplazado desde Nantón, a unos 15 kilómetros de distancia. "Nos sentirnos muy mal por cómo fue el desenlace", agregaba una estudiante del instituto de bachillerato de Vimianzo, "sobre todo cuando pienso en el problema que tenía y que quizá le hizo escapar de la gente".La madre de Eva, que como el resto había hecho el camino a pie, no pudo resistir el momento en que los restos de su hija iban a ser introducidos en el panteón familiar y se desplomó sollozando sobre el pequeño féretro rosa pálido. Intentó sobreponerse para que el párroco oficiase el responso, pero tuvo que ser trasladada del lugar en volandas.

En declaraciones a la Cadena SER, el gobernador civil de La Coruña, Carlos Vacas, que ayer estuvo ausente de la provincia, también se apuntó a la hipótesis de que la muerte de Eva se debió a causas naturales. Algunos vecinos y familiares de la pequeña han mostrado su malestar porque consideran que las autoridades se precipitaron al suspender el jueves el operativo oficial de búsqueda, en el que participaban agentes especializados de la Guardia Civil y helicópteros. Sin embargo, Vacas señaló que no hubo fallos en la operación de rastreo. "Que la familia esté tranquila. Todo el mundo hizo lo posible por encontrarla. Fue un caso de mala suerte".