La Policia Judicial crea una unidad especial contra las drogas de diseño
La Brigada Provincial de Policía Judicial ha creado un grupo especial dedicado a la lucha contra las drogas de diseño. La medida intenta responder a la alarma suscitada por la proliferación del consumo y venta de este tipo de estupefacientes, en su mayoría extásis, y cuya principal característica es estimular los sentidos. La unidad sustituye al grupo dedicado a la búsqueda de desaparecidos -creado hace un año por la Policía Judicial.Uno de los primeros objetivos de esta unidad será catalogar las novedades que incesantemente se introducen en el mercado madrileño. Entre las últimas sustancias destaca el denominado cásper, una pastilla utilizada básicamente para aumentar el deseo sexual, según los investigadores. Sin embargo, el mayor temor policial procede de la posibilidad de que los traficantes introduzcan en el mercado madrileño el cat, del que se sospecha que es capaz de generar adicción.
Fuera del control policial se mueve desde hace pocas semanas el denominado GHB. Este estupefaciente, que ha irrumpido en las discotecas de la capital, se distingue por ser líquido. Incoloro y amargo, los que lo han bebido aseguran que, a diferencia de otras drogas de diseño, ni quita el sueño ni el hambre. Su precio ronda las 4.000 pesetas -mil pesetas más caro que el éxtasis- y se vende en tubos del tamaño de una muestra de perfume.
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Operación Luna
Las discotecas de Madrid se convierten en el 'mercado de futuro' de los traficantes de 'éxtasis'
Todos los detenidos eran valencianos. Junto con otras operaciones menores, esta investigación, denominada Luna, acreditó, según fuentes de la Guardia Civil, que la saturación de la costa ha convertido a las discotecas de Madrid en uno de los mercados de futuro de los traficantes.Este incremento de la venta ha tenido también un reflejo clínico. De hecho, los centros de acogida a drogodependientes (CAD) ya han tratado, según fuentes médicas, algunos casos de abuso de estas sustancias, generalmente mezcladas con otras. De hecho, en Madrid un joven murió este año a la puerta de la clausurada discoteca Áttica, el templo del bakalao, después de haber ingerido un derivado del éxtasis junto con anfetaminas y alcohol.
En este contexto se explica la decisión de la Jefatura Superior de Policía y la Brigada Provincial de Policía Judicial, dirigida por el comisario Juan Antonio González, de disponer de un grupo especializado capaz de almacenar toda la información y vigilar las múltiples variaciones de estas sustancias.
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