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EL 'CASO GAL'

Perote se contradice sobre si Manglano informó a Felipe González de los GAL

El coronel Juan Alberto Perote se contradijo el miércoles ante el juez del Tribunal Supremo Eduardo Móner, instructor del caso GAL, en el único punto de su declaración que afecta personalmente a Felipe González: si el entonces director del Cesid, Emilio Alonso Manglano, le dijo o no en septiembre de 1983 que iba a informar al presidente del Gobierno sobre el inminente inicio de la guerra sucia contra ETA en el sur de Francia.

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El 28 de septiembre de 1983, un mes antes del secuestro frustrado del etarra Larretxea y de la desaparición de Lasa y Zabala, el jefe de la Agrupación Operativa del Cesid, Juan Alberto Perote, despachó con su director, Emilio Alonso Manglano, una nota en la que le advertía del inminente inicio de accione! armadas o violentas en el sur de Francia por parte de miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado o de mercenarios.Ambos coinciden en que Manglano escribió en el documento "Pte. para el viernes"; pero Perote asegura que las siglas "pte." significaban presidente, mientras que su antiguo superior las considera una abreviatura de la palabra "pendiente".

El 6 de septiembre, cuando Perote se careó con Manglano en presencia del juez Garzón, apoyó su interpretación asegurando que, durante la reunión, el director del Cesid Ie dijo que iba a despachar este tema con el presidente del Gobierno". El miércoles, ante el juez Móner, Perote ofreció una versión muy distinta de aquella entrevista: "En el momento del despacho, el señor Manglano le dijo: Alberto, esto es muy grave, lo tengo que consultar", declaró anteayer Perote, quien agregó que "no recuerda que le dijera que tenía que consultarlo con el presidente del Gobierno".

Cuando el fiscal del Supremo José María Luzón le hizo notar que se estaba contradiciendo con lo que declaró a Garzón, Perote empezó a titubear. "No es que diga algo distinto", contestó, "sino que a lo largo de otros años posteriores, siempre que hubo un tema de la importancia del que despachó ese día, siempre ponía pte. y cuando era pendiente, lo ponía con todas las letras". Concluyó intentando volver a su testimonio inicial ante Garzón y afirmando "que entiende, como dijo en el careo, que Manglano le dijo que tenía que despachar con el presidente del Gobierno sobre este tema".

Perote aseguró desconocer quién dio la orden para que se iniciaran las acciones contra ETA en Francia, "pero lo que sí tiene claro", añadió, "es que no hubo ninguna decisión de que las parasen". En su opinión, si Manglano "cumplió con su obligación, Serra debió estar informado" de la guerra sucia. El director del Cesid, "según entiende" Perote, despachaba frecuentemente con Serra, a quien el coronel asegura haber llevado documentos sobre otros temas.

Como prueba de estos despachos, Perote asegura que Serra y Felipe González fueron informados de la detención en la estación de Chamartín (Madrid) de cuatro agentes del Cesid que, "por una intervención del GAL, tuvieron que salir inmediatamente" de Burdeos (Francia). "Esto corre al presidente y al ministro de Defensa", le dijo Manglano en aquella ocasión, asegura Perote. Sin embargo, dicha detención, de la que informó EL PAÍS, se produjo el 18 de abril de 1984, y que se sepa aquel mes no hubo ningún atentado del GAL.

Perote reiteró ante Móner que elaboró, por orden de Manglano, un sello con las siglas GAL, que remitió al Ministerio del Interior, aunque asegura no saber si se utilizó y si hubo un solo sello o dos. Respecto al acta fundacional de los GAL, de julio de 1983, que abogaba por la guerra sucia, afirmó que se trataba de un "documento de estudio, no operativo" cuya elaboración dirigió por orden de Manglano, aunque "desconoce si se puso en marcha o no" y a quién se remitió, aunque "piensa" que hubo otros documentos anteriores de carácter teórico.

Según fuentes jurídicas, el juez Móner celebrará un careo entre Perote y Manglano la próxima semana, ya que sus declaraciones son contradictorias.

Al contrario que su antiguo subordinado, el ex director. del Cesid negó que el centro colaborase con los GAL o informase de sus acciones al presidente y al ministro y subrayó que siempre se opuso a la guerra sucia por razones éticas, legales y prácticas.

El ex agente se negó a revelar a quién y para qué dio armas

Perote admitió ante el juez Móner que "prestó apoyo, documentos y armamento", pero se negó a concretar "para, qué o a quién" los entregó. Por si esta declaración, pese a su ambigüedad, pudiese depararle algún problema, agregó que "lo hizo por orden del director" del Cesid. También subrayó que, aunque participó personalmente en acciones en el sur de Francia, se trató "de actividades relacionadas siempre con el campo de la inteligencia [espionaje], pero nunca violentas".Perote admitió que despachaba con el general Emilio Cassinello, "pero nunca de temas relacionados con los GAL", y dijo que conocía al general Guillermo Ostos y al teniente coronel Rafael Masa, ambos también de la Guardia Civil. Aseguró no haber visto los explosivos supuestamente entregados a los GAL, pero se acogió a su derecho a no declarar sobre ello.

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