El Congreso no pide su propia disolución
El Parlamento no pedirá su urgente disolución, como pretendía Coalición Canaria (CC). Los votos de, socialistas, Converència i Unió (CiU) y nacionalistas vascos impidieron ayer que prosperase una proposición no de ley de CC por la que el Congreso instaba al presidente del Gobierno a que, "ante la grave crisis política, haga uso de sus prerrogativas constitucionales y convoque con carácter urgente elecciones generales".Una propuesta que cuando se inició su tramitación fue calificada por muchos de "puro disparate" terminó siendo admitida por la mesa del Congreso, tras un informe jurídico de los servicios de la Cámara, y despertó ayer cierta expectación. Fue rechazada por 174 votos contrarios, con 153 síes y cuatro abstenciones.
La proposición del grupo canario la defendió José Carlos Mauricio, uno de los escasísimos diputados capaz de subir a la tribuna y hablar durante 10 minutos sin tener que leer. Mauricio, con dotes oratorias muy por encima de la media de sus colegas, logró encender el interés, provocó constantes abucheos desde los escaños socialistas y defendió la necesidad de que el Gobierno disuelva las cámaras inmediatamente después de concluir la cumbre europea de Madrid.
El orador se estrelló contra la mayoría, aunque encontró el apoyo del PP -por boca de su portavoz, Loyola de Palacio- y de IU -con argumentos que, defendió Rosa Aguilar- Pilar Rahola ( ERC) se abstuvo y resto se mostró contrario a la pretensión de Coalición Canaria.
En la tribuna de invitados estaban el presidente canario" Manuel Hermoso, y el vicepresidente, Lorenzo Olarte, que escucharon cómo Joxe Joan Gonzalez de Txabarri, en nombre del PNV, acusaba a Coalición Canaria de haber querido disfrazar una "moción de censura sin riesgo, sin alternativa y sin programa". "Los demócratas no hacemos trampas", espetó el diputado vasco a Mauricio.
El portavoz de CiU, Joaquim Molins, también se opuso ala propuesta porque, según explicó, la soberanía popular reside en aquellos asuntos sobre los que la Constitución otorga poder al Parlamento y, puesto que la disolución de las Cámaras es constitucionalmente competencia exclusiva del presidente del Gobierno, CiU entiende que el Parlamento se entremetería en una facultad que nadie le otorga y que iría contra la propia imagen del Parlamento, al presentar ante los ciudadanos una petición sobre algo que sólo al presidente le corresponde resolver.
Jordi Solé Tura, en nombre de los socialistas, subió a la tribuna para responder al diputado de Coalición Canaria que, "desde el punto de vista jurídico, esta proposición no se tiene en pie y, desde el punto de vista político, es una insensatez".
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