Anguita teme que CiU y PSOE pacten retrasar las generales

Cortesía obliga. Así que, anoche, Julio Anguita se comió los nervios y esperó, impaciente, a que el presidente de Iniciativa per Catalunya -coaligada a IU- hablara. Ribó habló y, luego, feliz, Anguita se sentó ante los periodistas sin poder disimular su satisfacción Satisfacción y un cierto temor. Temor -"con cautelas", matizó- a que la pérdida de mayoría de CiU obligara a Jordi Pujol a pactar con el PSC-PSOE y, en contrapartida, los socialistas exijan el mismo apoyo en el Gobierno central. Y, entonces, adiós elecciones en marzo.A las diez de la noche, Julio Anguita, que esa misma mañana había participado en la manifestación de Sevilla -"la, más grande que he visto, 50.000 personas, como nunca"- felicitaba a Ios compañeros de IC que han obtenido una subida moderada y consistente". Pero por encima de la alegría y de las felicitaciones, la recriminación y la reprimenda. "El pacto CiU-PSOE ha sido castigado. Quizás por los conténidos socioeconómicos de su política", acusaba. "Como he dicho muchas veces, las políticas de derechas terminan trayendo a la derecha". "Nadie ha hecho más que el señor González para que José María,Aznar llegue a la Moncloa" añadía.

Jordi Pujol, Felipe González, han pagado, en palabras de Anguita, sus políticas, sus apoyos. Les ha castigado, diría en un lenguaje apocalíptico, "el voto de la venganza, de la rabia y de la decepción. Cuando pase la rabia y el coraje, cuando llegue la serenidad, subiremos nosotros". Al líder de IU no le importa si estas elecciones son unas primarias o no. Pero tiene un temor: que los resultados obtenidos por CiU hagan replantearse, precisamente, las próximas generales.

Lo dijo, con muchas cautelas "-y recojan que matizo lo de con muchas cautelas-, pero advirtió que sentía un cierto temor a que Pujol termine pactando con los socialistas catalanes y que en contrapartida, González se plantee retrasar nuevamente las generales. Todo es posible. Pero yo no digo que lo haga".

Todos contentos

La pérdida de mayoría absoluta del CiU era una buena noticia para Félix Martínez de la Cruz, responsable electoral de IU. "Es bueno que no las haya porque eso obliga al diálogo". Todos contentos. Si a Martínez de la Cruz la alegría se le desbordaba en sonrisa fija, Juan Berga, de Nueva Izquierda, más tranquilo, calificaba los resultados de un auténtico triunfo, "Sólo una preocupación", advertía, "el avance del PP".Rosa Aguilar hablaba de "estrepitosa derrota deLpacto CiU-PSOE". Y, como Anguita, avisaba del peligro de pactos entre ambas formaciones para retrasar las elecciones de marzo.

Cuando ya los resultados eran casi definitivos, en la sede de IU se ofrecía una frugal colación. Como corresponde.