Aznar crece en el coto electoral de Pujol hasta poder condicionar la acción del líder nacionalista
José María Aznar cerró ayer un ciclo de consolidación del mapa electoral de su partido en una comunidad como Cataluña, donde su mensaje topaba con serias dificultades. Mordió votos y escaños y escaló posiciones en el coto hasta entonces cerrado de CiU, aunque en apariencia no le ha quitado electores, sino movilizado a otros hasta ahora pasivos Inevitablemente el resultado será interpretado como un castigo a la colaboración de CiU con el PSOE. Pero, Aznar ha conseguido algo más importante, un espacio para condicionar a Jordi Pujol, que pierde estrepitosamente la mayoría absoluta conquistada en 1984.
El líder del Partido Popular había fracasado en su intento de hacerse con esa palanca en las municipales, en Barcelona, pero ahora la ha conseguido en el terreno inicialmente, más adverso, el de las autonómicas. Aunque anoche el líder del PP se mantuvo hermético al respecto y no quiso descubrir ninguna de sus cartas, significados dirigentes del partido defienden que el partido debe permitir a Pujol gobernar en solitario.De esta forma, comenzaría a restablecer vías de comunicación y tender puentes para el futuro. Este plan previo puede obstaculizarse por la amplitud de la caída de CiU, que queda a ocho escaños de la mayoría absoluta y puede verse obligado a soportar su Gobierno en algún pacto, como mínimo de legislatura.
El presidente del Partido Popular compareció brevemente ante los medios de comunicación, en la sede central de Génova 13, en Madrid, dos minutos antes de las nueve y media de la noche. Se felicitó por el aumento de la participación, felicitó a la coalición de Pujol por la victoria -aunque no dejó de subrayar "un sensible retroceso" de los nacionalistas de CiU- y calificó de "excelentes" los resultados de su partido. Antes de las 10 de la noche, conversaba por teléfono con el presidente de la Generalitat para felicitarle personalmente.
"Despeja incógnitas"
"El trabajo, la coherencia y la seriedad dan rendimiento", aseguró. Aznar ve desde anoche "más clarificadas la política catalana y española" e interpreta el ascenso del PP como un elemento, que "despeja incógnitas" hacia el futuro, y Confirma la garantía de estabilidad que representa su partido "también en Cataluña". Prudente hasta el extremo, no quiso hablar de nada más y rechazó expresamente pronunciarse sobre fórmulas de gobierno autonómico.Al éxito propio, al doblar con holgura votos y escaños y situarse claramente como tercera fuerza, los populares suman una victoria política importante. Han arrebatado la mayoría absoluta a CiU y a su líder, Jordi Pujol, que pierden los mismos 10 escaños que ganan Aznar y los suyos.
La nueva situación abre un campo de juego mucho más amplio del que los populares disfrutaban hasta ahora y les permite iniciar una etapa en la que su actitud parlamentaria puede ser la clave para que Pujol siga gobernando en solitamrio, sin necesidad de pactar con los socialistas.
La culminación de una etapa llevará consigo, a medio plazo, el relevo de Aleix Vidal-Quadras, presidente del PP catalán, y su recambio por Josep María Trías de Bes como rostro encargado de encarnar al PP en Cataluña. Aznar siguió los resultadospor la tarde desde su despacho de la sede central del partido, en Madrid, con un reducido grupo de colaboradores, incluido Mariano Rajoy, vicesecretario general, y coordinador del equipo. Los populares contaban con duplicar su representación y acariciaban la idea de abandonar su puesto de úItima fuerza de las cinco con representación en el Parlamento autonómico para hacerse con la tercera posición en el abanico político catalán.
Recambio previsible
Tenían mucho menos claro con seguir el objetivo que el presidente del PP se había fijado desde las municipales y autonómicas de mayo pasado, cuando decidió reforzar su presencia regular en Cataluña. El objetivo era "un Parlamento que refleje mejor la pluralidad" de la sociedad catalana, es decir arrebatar a Pujol la mayoría absoluta con la que ha gobernado desde 1984. Más que satisfecha esa expectativa, los populares iniciarán una etapa en la que tendrán bazas de mucho peso para jugar ante Pujol y CiU.La apertura hacia una táctica de acercamiento parece preparada con el fichaje del ex diputado de CiU Josép María Trías de Bes. Los méritos de Vidal-Quadras son indiscutibles, vistos desde Génova 13. A la cabeza del grupo menor del Parlamento de Cataluña, escogió el camino de la dureza, hasta convertirse en expresión casi única de la oposición a Pujol.
El enfrentamiento constante de Vidal-Quadras con el nacionalismo le ha servido al PP para Identificar y movilizar a su electorado potencial elección tras elección, hasta consolidarlo en una convocatoria autonómíca, en principio la de carácter más adverso. Los populares se colocaron ayer por encima del nivel de UCD en las primeras autonómicas; las de 1980. Quedan con un escaño menos, pero superan en más de dos puntos y medio el porcentaje de votos de los antiguos centristas.
Cumplido el objetivo, Vidal-Quadras no será, previsiblemente, el "hombre de Aznar" en Cataluña e irá cediendo la plaza a Trías de Bes, con un historial político y una sensibilidad más propicios para tender puentes hacia CiU. La tarea en los próximos meses será intentar restablecer vías de comunicación con el nacionalismo moderado catalán, por si en las legislativas Aznar consigue la victoria pero no logra la mayoría absoluta.
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