En estado de embriaguez

La sustitución de Scharping al frente del SPD alemán muestra el alcance de la desesperación socialdemócrata: el congreso del partido se dejó embriagar por el discurso de Oskar Lafontaine porque la situación del partido sólo se puede soportar en estado de embriaguez. En estado de embriaguez se cree en milagros. En estado de embriaguez se persiguen esperanzas ilusorias. En estado de embriaguez se hace lo que uno no se hubiera atrevido a hacer sobrio. ( ... ) En ese estado de embriaguez, el congreso del SPD en Mannheim eligió al nuevo presidente del partido: Oskar Lafontaine.Estarnos ante una elección dictada por la pasión. ( ... ) Los delegados no querían despertar del estado de dicha al que les ha bía arrastrado un solo discurso. Querían convertir esa dicha en un estado duradero. Lafontaine no les había aportado argumentos, pero ¿quién quiere escuchar argumentos cuando está desesperado? Todos los delegados pensaron: quien es capaz de entusiasmarnos podrá entusiasmar también a los electores. Pero habrá que verlo. El SPD despertará dentro de poco de su embriaguez. Y los electores no se dejarán arrastrar con tanta facilidad a ese estado como el SPD en Mannheim. Este congreso no ha supuesto el fin de la inestabilidad del partido, sino su máxima expresión hasta la fecha. Sólo cuando el SPD recobre la sobriedad podrá verse si es capaz de recuperar la estabilidad.

17 de noviembre