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Destacados líderes del PSOE no logran convencer González para que vuelva a ser el candidato

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, Felipe González, ha vuelto a decir "no" a las presiones del PSOE para encabezar las listas en las elecciones de marzo. El último intento se produjo el miércoles por la tarde en La Moncloa, cuando un grupo de secretarios regionales del PSOE -José Bono, de Castilla-La Mancha; Manuel Chaves, de Andalucía; Jesús Quijano, de Castilla y León, y el valenciano Joan Lerma, al menos- no consiguió doblegar la resistencia de González. También asistieron el secretario de organización del PSOE, Ciprià Ciscar, y el presidente del Grupo Socialista, Joaquín Almunia.

Los secretarios regionales del PSOE no consiguieron su objetivo -planteado como un intento a la desesperada-, pero tampoco descartan aún lograr convencer a González. Para ello, se dan el plazo de un mes.El presidente del Gobierno reitera a todos sus interlocutores que su candidatura es un obstáculo para la normalización de España. Es más, asegura que los últimos acontecimientos, como la cadena de chantajes, reafirman su tesis de que mientras sea candidato la trama no cesará. Este planteamiento se contrapone al de sus interlocutores, que creen que la única manera de resolver ese reto es pasando por las urnas al frente de las listas electorales. Junto a ello están los argumentos clásicos de que su candidatura movilizaría al partido y pondría en serios aprietos la victoria del presidente del PP.

El presidente, tentado varias veces para que haga pública su decisión, reiteró en la reunión que no la anunciará hasta después de la Cumbre Europea del 15 y 16 de diciembre, que se celebrará en Madrid. El escenario será el Comité Federal del PSOE del próximo 22 de diciembre. Cuatro días antes, el 18, la Comisión Ejecutiva del partido decidirá el candidato que va a suceder a González, si éste opta al final por no presentarse. Por tanto, la Comisión Ejecutiva del PSOE del próximo lunes, día 20, no abordará la cuestión y se limitará a analizar los resultados de las elecciones catalanas y la situación política general.

A la incertidumbre sobre la candidatura se añade un nuevo factor que dificulta la sucesión: la candidatura de Javier Solana a la, Secretaría General de la OTAN. Los más firmes partidarios de que González siga siendo el cartel electoral alientan esta posibilidad, porque piensan que así se podría vencer la resistencia del presidente, privado el PSOE en ese caso de la más clara alternativa. Solana no es sólo el candidato número uno a sustituir a González, sino también la mejor garantía de una transición serena para los socialistas de todas las corrientes.

La dirección del PSOE tiene previsto celebrar la Conferencia Política, anunciada en agosto, en el mes de enero, una vez que se disuelvan las Cámaras. La fecha más probable para la celebración de las generales será la del próximo 10 de marzo. Una hipótesis que se baraja, aunque muy improbable, es la anticipación de las elecciones a enero si la próxima semana triunfara en el Parlamento a moción de Coalición Canaria, en la que solicita la convocatoria inmediata a las urnas.

González confirmó ayer en un breve encuentro con los medios de comunicación que la designación del candidato no se concretará hasta diciembre y que, por tanto, no está prevista en el orden del día de la Comisión Ejecutiva del PSOE del próximo lunes. También admitió que es "un poco precipitado" de cara a la campaña electoral de marzo designar un candidato en el mes de diciembre.

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