Elecciones bajo el terror en Argelia
Cuatro hombres se disputan la presidencia ante la amenaza integrista
Cuatro hombres -Nuredín Bukru, Mahfu Nahná, Said Sadi y Liamín Zerual- se disputan la presidencia de Argelia el próximo jueves. Estas elecciones, boicoteadas por los partidos opositores firmantes del Pacto de Roma, cuentan sobre todo con el rechazo de los grupos integristas armados, que, a punta de fusil o con coches bombas, pretenden hacer fracasar la convocatoria y hacerse con el poder.Las fuerzas de seguridad se encuentran desplegadas por todo el país en situación de máxima alerta, apoyadas por un contigente de 160.000 voluntarios civiles, vestidos con monos azules y con armas de caza: componen la Guardia Comunal. Los controles en la capital se han redoblado, y en las zonas conflictivas del país se efectúan las últimas operaciones antiguerrilla, como la desencadenada en Tizi Uzu, donde hace dos días fueron localizados y abatidos cinco jefes del Grupo Islámico Armado (GIA).
Parece que Argelia está en pie de armas y preparada para dar una gran batalla, pero en realidad se trata de la celebración de los primeros comicios presidenciales pluripartidistas de su historia, en los que podrán participar 16 millones de electores. Hasta ahora, el presidente de la República había sido plebiscitado por los electores en unos comicios con un único candidato cooptado en círculos secretos del poder: el Ejército y el partido único Frente de Liberación Nacional.
Uno de los primeros candidatos en madrugar ayer fue el jefe del Estado, Liamín Zerual. Salió de la capital hacia Buira, 250 kilómetros al sur de Argel, para participar en un mitin electoral. Era. su octavo acto de la campaña, que finalizará con una reunión en el polideportivo Mohamed Budiaf de Argel. La convocatoria no se ha hecho aún pública por razones de seguridad.
En su desplazamiento de al ayer Zerual estuvo acompañado por el coronel Yusef Jatib, héroe de la guerra de liberación, convertido en consejero privado y director de su camaña, tras haber presidido la Comisión de Diálogo Nacional con los partidos de la oposición, incluidos los islamistas del Frente Islámico de Salvación (FIS). En la sede del candidato oficial, un antiguo palacete propiedad del Estado, permanece un equipo de 20 hombres que parecen algo desbordados. Tienen candidato, cuentan con un aparato, pero carecen de partido.
Apoyo popular
"Hemos entrado en la campaña con una semana de retraso con respecto a los otros candidatos, ya que Zerual se tuvo que desplazar a Nueva York para asistir a los actos del 500 aniversario de la ONU", explica el portavoz Belaib Bajti, ex consejero de Economía del jefe de Gobierno, Mokdad Sifi, mientras recalca el apoyo "espontáneo y popular" que está recibiendo por todo el país Zerual, incluido el de la atleta olímpica Hasiba Bulmerka, que hoy presidirá una reunión en Anaba.El retrato y el lema de Zerual -"Juntos construiremos Argelia"- compiten con los carteles del líder antiintegrista Said Sadi, presidente del grupo nacionalista bereber Agrupación por la Cultura y la Democracia, para quien se le augura un futuro incierto, incluido un descalabro, similar al sufrido en las legislativas de 1991, en las que no consiguió ningún escaño. Uno de sus militantes fue asesinado ayer mientras pegaba carteles en la ciudad de Tirmitin.
"No hay nada decidido de antemano. Sadi tiene posibilidades de ser presidente de la República", afirma con convicción Omar Benyunes, responsable de su campaña, en una nueva sede del partido, en el barrio de El Biar, cerca de la Embajada de España. La oficina anterior, en el centro de la ciudad, ha sido abandonada por razones de seguridad.
Pero Said Sadi no es el principal rival del candidato oficial Zerual. El más peligroso y mejor colocado es el líder islamista Mahfu Nahná, de 43 años, responsable del partido Hamás y de la organización benéfica Justicia y Caridad, capaz de movilizar a más de 150.000 seguidores, y que constituye una de las asociaciones más importantes de Argelia.
"Recuperaremos el voto del pueblo, que en las pasadas elecciones estuvo con el FIS, pero nuestro programa no tiene nada que ver con ellos. Nosotros estamos por el islam, pero también por la república y la democracia", afirma uno de los responsables de Hamás.
Pero Nahná no engaña a nadie -"La solución es el islam"-, y él mismo lo reconoce en los cerca de medio centenar de mítines que lleva ya dados, donde propone convertir el Alto Consejo Islámico en una especie de Consejo Constitucional con la misión de velar por "la conformidad de las leyes con respecto al espíritu del islam". Es decir, islamizar las leyes.
Todo esto sucede en Argelia, ante la práctica indiferencia de los electores hacia el cuarto candidato, Nuredín Bukru, presidente del Partido de la Renovación Argelina (PRA), una organización que confiesa no tener prácticamente militancia -"sólo una élite"- y carecer de dinero pero contar con "muchas ideas".
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