Destituidos todos los responsables de la seguridad de Rabin
Las cabezas de los legendarios agentes del Shin Bet, los servicios secretos israelíes ensalzados en películas y novelas, han comenzado a rodar tras el asesinato del primer ministro Isaac Rabin. El general responsable de la protección del jefe del Gobierno y otros tres altos cargos del Shin Bet fueron forzados a dimitir ayer por el Gabinete de Simón Peres, que ha encargado al Tribunal Supremo la apertura de una investigación sobre los fallos de seguridad que rodearon al magnicidio. Israel se ha asombrado al descubrir que sus agentes secretos ignoraban la existencia de un enemigo interior: los grupos religiosos de la ultraderecha. Como prólogo a una redada policial contra los fanáticos, ayer fue detenido el jefe de Eyal, la Organización de los Combatientes Judíos, a la que presuntamente pertenece el asesino de Rabin.
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