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Una mujer, apuñalada hasta la muerte en el piso donde ejercía la prostitución

Olide Joselyne Blandy, una francesa, de 32 años, murió la tarde del pasado martes apuñalada en su apartamento, en la sexta planta del número 2 de la calle de Viriato (Chamberí). Según la policía, la víctima ejercía la prostitución en esa vivienda. El cádaver fue descubierto ayer por la mañana por el conserje. El cuerpo desnudo yacía boca arriba con una docena de puñaladas en el cuello y estómago.

El agresor, que ayer seguía en paradero desconocido, escapó dejando un reguero de sangre en los pasillos del edificio y en el ascensor. El goteo no le delató. Se fue del edificio sobre las seis de la tarde sin llamar la atención. Mucho vecinos vieron las manchas de sangre. Pero nadie sospechó nada.Ayer por la mañana, a las ocho y media, la vecina que vive en el piso quinto se alarmó al ver cómo chorreaba agua por el techo. Procedía de la casa de la prostituta francesa. El conserje subió a su apartamento. Nadie contestó a sus llamadas. Entonces entró en el piso encharcado. Al pasar se encontró con el grifo de la cocina abierto. Luego se topó con el cadáver. "Estaba desnuda, con las piernas abiertas y el cuerpo lleno de puñaladas, explicó ayer el portero. Según la policía, la mujer tenía cinco heridas profundas en el abdomen. Los muslos y brazos presentaban varios cortes.

La casa no estaba revuelta. Sobre una de las mesillas, había una botella de whisky, otra de cerveza y dos vasos. La policía encontró entre los objetos personales su pasaporte. En cambio, su bolso sí que había sido registrado. Según la investigación, no había dinero en su interior. Sin embargo, la Jefatura Superior de Policía descarta el robo como móvil de este macabro homicidio. En el apartamento tampoco se halló el arma que utilizó el homicida. La mujer fallecida alquiló hace un año el apartamento del edificio Cardenal, en la calle Viriato. Pagaba 70.000 pesetas al mes. Allí ejercía la prostitución, según la policía. Varios vecinos indicaron que ofrecía sus servicios a través de anuncios de relax publicados en la prensa.

"Ella entraba acompañada por hombres bien vestidos", recalcó ayer una vecina. Otra mujer señaló: "Era una prostituta de alto copete". Olide, sin embargo, no vivía en el apartamento de Viriato. Según el conserje, residía la cava Baja. Sus vecinos la describieron ayer como una mujer morena, alta y hermosa.

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