Extremadura está de moda
El mundo al revés. En la Segunda División comienzan a mandar los pobres. Los presuntos favoritos son cada vez más presuntos y menos favoritos. Mallorca, Lleida y Osasuna se ahogan por momentos. Sólo el Hércules de Alicante hace buenos los pronósticos, proyectando sobre el resto de rivales una gigantesca sombra, que crece a golpes de goleada. Cuatro tantos le endosó al imbatido Toledo hace una semana; seis al Villarreal el sábado. Y dicen las crónicas que llegó a semejante desmelene sin siquiera despeinarse. Que ya es difícil.Ese cambio de papeles amenaza con traer consecuencias. Es como si florecieran las sogas. Fidel Uriarte, técnico del Villarreal, presentó la dimisión tras el escandaloso 0-6 que le inflingió a su equipo el Hércules. La directiva del conjunto castellonense tardó exactamente un minuto en decirle que sí, que gracias y que ahí tiene usted la puerta. Uriarte prefirió la dimisión al cese, pero eso no cambia nada. El Villarreal busca entrenador.
Hay más sogas que aprietan. Por ejemplo, la que amenaza a Antonio López, técnico del Lleida; o la que asoma en el horizonte de Ramón Blanco, del Marbella. Y qué decir de la que roza el cuello de Irulegui, del Mallorca. El técnico vasco comentó la pasada semana que no tenia equipo para ascender. Y le llovieron los palos. El televisivo doctor Beltrán, dueño, del club, acudió al aeropuerto de Barajas a arengar a sus jugadores en la víspera del choque con el Leganés. Papel en mano, aseguro que la cabeza de Irulegui no corría peligro. Pero el equipo cayó ante un rival en el que se confunden las ganas de sus jugadores con la pobreza de sus arcas.
La jornada de ayer dejó un puñado de nombres propios, y nunca mejor dicho. Miguel Angel, del Leganés, José María, del Real Madrid, y Manuel, del Extremadura, subieron a los altares al modo de los elegidos. Consiguieron tres goles cada uno, birlándoles el protagonismo, aunque fuera por un día, a los santones de la categoría, tan mustios ellos.
Claro que, para protagonistas, los equipos extremeños. La clasificación asegura que, hoy por hoy, el Badajoz asciende y el Extremadura promociona. La puerta que abrió el Mérida tarda en cerrarse. Y por ella asoman, insolentes, varios conjuntos condenados a sufrir. Ocurre, sin embargo, que esta Liga se ha empeñado en, destrozar moldes. Sólo el Hércules aguanta el rebufo del Barça B. Pero es que lo del filial azulgrana son palabras mayores.
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