Borrachera de arte
Las bajas. El talón de Aquiles del Atlético es la corta calidad de su plantilla. Ayer faltaron Caminero, Simeone y Kiko, y empezó a ser mucho. Mucho no, demasiado. Un boquete en la credibilidad del líder. Los remiendos fueron muy visibles, y aunque Antic los cambió de lugar varias veces no consiguió nunca disimular los rotos.Dani-Roberto. El alboroto obligado en la alineación animó a Antic a probar en la banda de recha a Dani, pensando quizá que, ante un rival sin gran talla y cerrado en su área, podría aprovechar su regate. No fue una presentación pro metedora, pero refleja que Roberto no tiene la plaza segura por más que el entrenador terminara recurriendo a él de nuevo. Con poco éxito a su vez, por cierto.
Excusas sí, pero... El Mérida puede esgrimir todas las excusas que ofrece el catálogo para jugar a la defensiva: jugaba fuera, en el campo del líder, marcó en el primer minuto Y jugó con 10 futbólistas durante dos terceras partes del encuentro. Pero incluso ese conjunto de excusas es poco para lo que hizo ayer. Se atornilló en su área y esperó a que ahí se las dieran todas. Éso no es fútbol, es subfútbol, infrafútbol y antifútbol.
Pantic. Se quedó solo, pero cumplió. Sus saques a balón parado fueron lo único con cierto peligro que produjo él Atlético en la primera mitad. En la segunda fue a más, se movió, recibió, abrió, jugó... Pero no tuvo compañeros. Los demás estuvieron negados.
Iturralde. O como se llame, porque éstos son todos iguales.. Dejó de ver dos penaltis a Penev, y tres estacazos de López sin perdón, pero fue Ojo de Águila para apreciar no se sabe qué protesta del segundo entrenador del Mérida y lucirse atravesando todo el campo con aire feroche para expulsarle.
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