_
_
_
_

Flautistas sueltos por Getafe

30 jóvenes músicos de un grupo de viento recorren los colegios de la ciudad

Algunos no sobrepasan el metro y medio de estatura, pero tienen ya un desparpajo tal que se enfrentan a un auditorio de varios cientos de personas sin apenas inmutarse. Son los integrantes de la Asociación de Jóvenes Flautistas de Getafe (AJFG), 30 chavales de entre 10 y 25 años de edad, que ayer vivieron su puesta de largo con un concierto en el centro municipal de cultura de la ciudad (142.000 habitantes). Su profesor y director, el valenciano -¡cómo no!- Eduardo Pausá, ofició de maestro de ceremonias."Esto de tocar juntos une mucho", comentaban las jóvenes promesas momentos antes de encaramarse al escenario. Ni un solo atisbo de nerviosismo asomaba por su rostro. "Claro que vienen a vernos nuestros Padres", confirmaba Laura Tomero, de 16 años, "pero ya estamos acostumbrados". El repertorio de la orquesta se centra en adaptaciones para las cuatro flautas (flautín, travesera, tenor y bajo) de celebérrimas piezas clásicas, y de no menos conocidas melodías de la factoría Disney.

La AJFG afronta este año un reto al que han bautizado Vive la música, un programa de difusión cultural destinado a todos los colegios e institutos de la localidad. A partir de ahora, la asociación comenzará a recorrer las aulas "para meter a los críos el gusanillo por la música" y, al final del curso, se habrán colocado enfrente de más de 10.000 escolares. "Y si nos llaman otros centros de la zona sur, pues mejor", apostillaba Pausá.

Esta joven pandilla de músicos ya realizó sus pinitos en los gimnasios de varios colegios el año pasado, y, según confiesan, se lo pasaron "en grande". "Bueno", matiza Esmeralda Fernández, de 18 años, "con los de la Educación Secundaria Obligatoria, no tanto. Te agobian, te pones histérica. Son asquerosos, insoportables". Su compañero Santiago Zamorano tiene un gesto de condescendencia para con ellos: "Si es que están en la edad del pavo..."'.

La presentación de ayer sirvió para que la orquesta de flautistas estrenara su cuento musical La princesa Alba, la tierna y dulce historia de una princesa Ilena de arrugas, pero hermosa de corazón", que termina casándose y siendo feliz con el príncipe al que desea.

"A los niños que nos escuchan les animamos a que sigan la música con palmas, pasos y movimientos del cuerpo", explicaba Eduardo Pausá. "No puedes pretender que se estén quietos mientras tocas". Al final de la audición, un padre le preguntó cuánto cobraban. "Veinticinco mil pesetas por colegio", le explicaron, "para atriles e instrumentos". Una flauta bajo se cotiza en el mercado a razón de 1,5 millones de pesetas; la alto, sólo cuesta un millón.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_