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La noche Arte del periodista Tintín

Nueva velada temática esta noche en La 2 de TVE (y en otras televisiones europeas) por cortesía de la cadena franco-alemana Arte. Si la semana pasada pudimos asomamos al mundo de la literatura policiaca y ver una entrañable rareza cinematográfica, en la que el novelista Micky Spillane daba vida a su hijo de ficción -el detective Mike Hammer-, hoy podremos descubrir (o revisar) la vida y obra del dibujante de comics más influyente de nuestro continente: el belga Georges Remi, más conocido por su alias, Hergé, y por su personaje estrella, un periodista rubio que atendía por Tintín.La cita es a las 22.00. Componen la oferta tintiniana de esta noche dos documentales sobre Hergé, sus criaturas y su mundo; y un largometraje que, en un principio, debía haber sido Tintín y las naranjas azules, y que, finalmente, será El secreto de El Unicornio. Este cambio de última hora no es precisamente una buena noticia. Las películas de dibujos animados inspiradas en la obra de Hergé siempre han sido bastante flojas, y esta producción de 1991 no es una excepción.

Dado que Steven Spielberg parece haber archivado su proyecto de llevar al cine de acción real al periodista del copete rubio, Tintin y las naranjas azules (coproducción franco-española de 1969, en la que nuestro Félix Fernández interpretaba al profesor Tornasol) ofrecía la oportunidad de ver a los viejos y queridos héroes en carne y hueso. Ni esta ni la anterior (El misterio del toisón de oro) fueron obras maestras, pero su protagonista, Jean Pierre Talbot, era clavado a Tintín. Y ambas constituyen rarezas tan simpáticas como la cinta mencionada de Hammer.

De antes de los japoneses

Habrá que conformarse con lo que nos dan. Quien haya leído el díptico compuesto por El secreto de El Unicornio y El tesoro de Rackham el Rojo puede ahorrarse el largometraje. Los documentales, por el contrario, son de visión obligada para tintinófilos y para cualquiera que aún recuerde que en el mundo de los tebeos había vida inteligente antes de que llegaran los japoneses y acabaran con ella.

En esta época en la que triunfan programas como Bola de dragón y los Power Rangers Hergé puede parecer un marciano a los menores de 14 años: dibujaba bien, escribía buenas historias y reclutaba a sus lectores, como decía la publicidad de sus álbumes, entre los jóvenes de 7 a 77 años.

O sea: que el programado homenaje a Hergé (1907-1983) no sólo resulta merecido, sino que nos recuerda que con él se sentaron las bases de lo que sería. la historieta europea de lo que va de siglo.

Esta noche, la oferta de la cadena Arte reivindica lo obvio. Cosa que siempre es mala señal, tanto en el mundo en general como en el de la tira cómica en particular.

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