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"Hipólito" y sus nueve actrices redondas

Mujeres que rondasen los 90 kilos de peso, que fueran buenas actrices, bellas, con grandes dotes para el canto y gracia y salero en escena. Así de complicado era el capricho de Emilio Hernández, director del Hipólito que se representa en el teatro Albéniz, para formar el coro de la tragedia griega. "Era un problema gordo porque no hay muchas actrices gordas que canten", dice ahora una de las seleccionadas. "Emílio, muy diplomático", cuenta otra, "nos dijo que quería actrices explosivas". El caso es que todas las noches sale a escena un voluminoso coro que hace las delicias del público con sus cantos, sus bailes y sus bromas. Bromas que continúan en los camerinos. Trini Iglesias se ha empeñado en el número 24 para señalar su peso -"es que tengo mucho hueso", dice- y su edad. Trini, que ha hecho café-teatro, televisión, zarzuela y teatro, no es la única coqueta de las nueve. Berta Ojea, que sobre todo es cantante de ópera, no dice su edad "por nada del mundo".PASA A LA PÁGINA 8

Hipólito, en el teatro Albéniz (Paz, 11, metro Sol). Día 20, a las 20.30; día 21, a las 19.00 y 22.00; y día 22, a las 19.00. Entradas, 2.000 y 1.500 pesetas.

La bella Fedra y el chocolate

VIENE DE LA PÁGINA 1Cuando entra en el camerino la bella Fedra, que es la actriz Clara Sanchís, las coristas le extienden una tableta de chocolate. "Es que está muy flaca", dice Karola Escarola, quien lleva la mitad de sus 32 años trabajando en el mundo del espectáculo: en sus comienzos, cuando era flaca, fue bailarina. Ahora, con 95 kilos, se dedica más al cabaré, a la televisión o a espectáculos alternativos.

Pilar Valeto, de 35 años, también era una mujer delgada cuando dio sus primeros pasos en el mundo del espectáculo. "Pesaba 55 kilos, pero Antonio Giménez Rico me hizo engordar 15 kilos para una serie de televisión", recuerda. A raíz de sus nuevos kilos, cuenta Valero, le ofrecían más y más trabajo. "Y me decían que no se me ocurriera adelgazar", añade. El caso es que, cuando llegó a los 90 kilos, tuvo una lesión de columna que la obligó a bajar un poco de peso.

La cuestión de si se lo deben todo a su físico plantea alguna discrepancia. "Yo espero . que no me hayan contratado por gorda. Después de trabajar tanto, que te llamen sólo por eso...", dice Karola. "A mí no me han llamado por gorda",dice Esperanza L. Tamayo, una actriz de 24 años y la única de las nueve que está a dieta (ha adelgazado tres kilos desde que se estrenó el Hipólito). "Perdona, pero sí te han llamado por gorda", le contesta Pilar Valero. Y Berta Ojea dice que su físico sólo le impide hacer papeles de heroína, Macu Blanco, que llevaba tiempo sin trabajar, dice que "dio la talla en cuanto la avisó, el director".

La que no dio la talla es Carmen Godoy. Por eso tiene que salir con una faja. Sus compañeras dicen que es "la de mentira". También hay una corista que se estrena en las tablas: Inmaculada Moreno, de 25 años, todavía. no ha terminado arte dramático. Y la más experta es la actriz Ana Frau, con 25 años de profesión. Emilio Hernández, el director, dice que hizo pruebas a más de 20 mujeres. "Buscaba actrices y cantantes, mujeres hermosas, con sentido del humor, que tuvieran belleza, aunque no actual". Y le salió un coro redondo.

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