No es el único
... Y en esto llega el juez Moreiras. Y a todos deja sorprendidos, perplejos y atónitos con su última (por el momento) controvertida decisión. Ya nadie calla. Parece que el citado juez haya tocado alguna fibra sensible de aquellos colegas y políticos que hasta el momento se proclamaban respetuosos con todas las decisiones judiciales, por muy alarmantes que pudieran parecer.Por supuesto que causa ex trañeza el, que se pueda dictar auto de prisión contra un presunto para, cuatro horas más tarde, dejarlo en libertad sin fianza y sin que éste aportase nada nuevo y significativo al sumario. Y no pasa nada por manifestarlo o por criticar serena y abiertamente tal medida. No se atenta por ello a la tan manida independencia del poder judicial. Pero, a mi modo de ver, no es ésta la única decisión judicial ni únicamente este juez (Moreiras) los merecedores de tal reprobación.
Quizá él proceder del juez Garzón en la instrucción del caso GAL merecería, si no mediasen otros intereses, esa actitud crítica con la que algunos nos han sorprendido ahora. Es difícil entender, y tan sólo porcitar un ejemplo, que se pueda encarcelar a alguien que se declara inocente del delito que se le acusa (ni más ni menos que el de pertenecer a, una banda armada con numerosos crímenes a sus espaldas) y sea puesto en libertad en el mismo momento en que reconoce su culpabilidad. Puede que esta actuación se deba a una lógica procesal, pero si es así, desde luego está reñida con el más mínimo sentido común.
Ambas acciones, la última del juez Moreiras y la expuesta del juez Garzón; son similares. Lo que vaya son los actores invitados-forzados. No quisiera pensar que ése ha sido realmente el acicate para que algunos se decidiesen a exponer abierta mente sus críticas.-
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