Las tarifas eléctricas no subirán en 1996, según la propuesta que autorizará Industria

La Comisión Nacional del Sistema Eléctrico entregará en noviembre dos propuestas fundamentales para las cuentas de resultados y la liberalización del sector eléctrico en 1996. La primera proposición es una reforma de los criterios con que se elabora el marco legal estable (MLE) que establece los costes reconocidos en la tarifa eléctrica, que reducirá progresivamente los llamados estándares económicos y financieros del sector y obligará por tanto, a una gestión más ajustada de las empresas eléctricas. Además remitirá una propuesta de tarifa eléctrica para el año próximo en consonancia con los nuevos criterios y cuyo crecimiento estará muy próximo a cero, según los primeros cálculos.

Las tarifas eléctricas tendrán un crecimiento "muy próximo a cero" el año que viene según los primeros cálculos realizados por la Comisión Nacional del Sistema Eléctrico que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñz, en la hipótesis, muy probable, de que el ministerio de Industria autorice la propuesta de la Comisión.En los últimos cuatro años el Gobierno ha autorizado aumentos de tarifas por de bajo del IPC, pero siempre por encima del 1%. De hecho, en el periodo 1988-1994 se ha producido una reducción d7e la tarifa en términos reales del 10% aproximadamente.

La Comisión enviará la propuesta al ministerio a primeros de noviembre junto con otro texto que supone una reforma: radical del Marco Legal Estable (MLE), el sistema de reconocimiento de costes para la fijación de las tarifas. El objetivo de la reforma es aumentar la rentabilidad de las compañías eléctricas y, lo que es más importante, o por lo menos nuevo, trasladar parte de esa rentabilidad a los consumidores.

Para conseguir estos objetivos, Miguel Fernández Ordóñez y su equipo pretende reducir sistemáticamente los standards fijados en el MLE. Como se sabe, el Marco actual establece la retribución de los factores económicos (combustibles, gastos de personal, suministros industriales) o financieros (recursos propios, ajenos, endeudamiento, circulante, etc) en el proceso de fabricación del kilowatio y, por lo tanto, de su coste para el usuario (tarifa). En algunos casos, se considera la media del sector como criterio de retribución y en otros se remunera de acuerdo con el crecimiento anual del IPC.

Recorte de tarifas

El sistema, pues, premia a las empresas que comprimen los costes por debajo de la media o por debajo del IPC, puesto que la tarifa finalmente atiende esos criterios. Pero, según opina la Comisión, los beneficios obtenidos por las empresas por la mejora de su rentabilidad en el MLE se han convertido en me joras de los resultados de las compañías, pero no se han tras ladado al consumidor. Fuentes de la Comisión explicaron que "se trata ahora de que una par te de la rentabilidad ganada, sobre todo por la aplicación del MLE, se refleje en las tarifas y, por lo tanto, reduzca los costes para el usuario". En la práctica, la Comisión quiere iniciar en España un periodo en el que las tarifas eléctricas no solamente tengan un crecimiento cero sino que bajen cada año, como resultado de las ganancias de competitividad que estarán obligadas a realizar las empresas.

El miércoles pasado, la Comisión remitió a Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Fecsa e Hidrocantábrico su propuesta de reforma del MLN, que consiste en esencia en seguir una política de descenso gradual de los standards -medias de coste que se pagan en la tarifa- en algunos casos y fijar referencias restrictivas en aquellas variables indiciadas con los precios (es decir, fijar el crecimiento reconocido en el IPC menos uno o varios puntos).

Ajuste de costes

Esta reforma, que seguramente no contará con la colaboración entusiasta de las empresas, será debatida por la Comisión y las empresas durante este mes para que la correspondiente propuesta, junto con la de aumento de tarifas, sea: enviada al ministerio de Industria a primeros de noviembre y el Gobierno tenga tiempo suficiente para analizarlas y convertirlas en los correspondientes decretos.El MLE vigente en la actualidad actúa como un sistema para racionalizar las tarifas de acuerdo con los criterios descritos y también como un procedimiento de reparto de los ingresos fundamentado en los costes standard. Finalmente, la tarifa garantiza a las empresas, como en cualquier sistema intervenido, la recuperación de las inversiones, la remuneración de los capitales invertidos y, en suma, la viablidad del sector.Por descontado, el recorte de los costes reconocidos en la tarifa se realizará contando con que las empresas tomarán las 'disposiciones adecuadas de gestión para. mantener sus cuentas de resultados. Esto es, no se trata de poner en peligro la viabilidad del sector y las sociedades eléctricas estarán obligadas a reducir drásticamente sus costes económicos y financiers para hacer frente a una reducción de las tarifas. El ajuste de costes, dicen en la Comisión, será bueno también para que puedan competir en el mercado interior y exterior.Del análisis de la evolución empresarial y energética de los últimos cinco año! se desprende que las empresas han conseguido mejorar sus resultados de explotación a pesar de- una reducción real de las tarifas por el efecto combinado de una mejora en el rendimiento de las instalaciones, el crecimiento de la demanda (el 21% en los últimos seis años) y de los planes de recorte de costes. Los resultados de las dos grandes empresas eléctricas españolas, Endesa e Iberdrola, se han beneficiado del MLE y del ajuste obligado.