_
_
_
_

Confusión y fines inconfesables

La defensa de Mario Conde tiene una carta de triunfo en los hechos del pasado miércoles para persuadir a los magistrados de la Sala Tercera del Supremo de que el juzgado central de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional es una jaula de grillos por la coexistencia de dos jueces, uno titular, Moreiras, y otro de apoyo, García-Castellón. Los abogados de Conde han venido a decirle a la Sala: "¿Véis? Nosotros ya lo habíamos advertido en nuestros recursos de 28 de abril y 25 de mayo. El legítimo titular es Moreiras".Gómez de Liaño y Santaella pretenden demostrar, ahora, que Moreiras ha incurrido, al querer enviar a Conde a prisión (si se observan los resultados Moreiras no le envió a prisión), en un acto tan aberrante como el que cometió García-Castellón el 23 de diciembre de 1994.

Más información
Moreiras conmina a los medios de comunicación a que no invadan el terreno propio de los jueces

La sala de lo penal de la Audiencia Nacional, sección segunda, falló a favor de la libertad de Conde, el 30 de enero de 1995, por estimar que no existía un serio peligro de fuga. Pero dijo algo más. Al analizar el cuestionamiento de la prisión por los abogados de Conde, la sala afirma que se atribuían a Conde "conductas, por acción o por omisión, que han supuesto, de ser ciertas, un enriquecimiento patrimonial ilícito que ronda los 7.000 millones de pesetas ( ... ) pudiendo incardinarse en la figura delictiva de la apropiación indebida de especial gravedad atendido al valor de lo apropiado". Aunque la sala encontró que no había "proporcionalidad" para la prisión incondicional, decidió en atención a la gravedad de los delitos fijar una fianza de 2.000 millones.

Los fines inconfesables de Moreiras el pasado miércoles aparecen claros de su conducta con la Fiscalía. Ocultó el auto al fiscal jefe Aranda -es mentira que se lo enseñara- incluso cuando aquel se lo pidió; excluyó al fiscal. Santos de la declaración de Conde e hizo enjuagues con la policía para que la orden de detención y prisión no condujera a Conde a Alcalá-Meco sino a la Audiencia. Y finalmente, Moreiras sabía a conciencia que Conde, en el otro procedimiento, estaba sujeto a medidas cautelares. Por eso, actuó a sangre fría.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_