Ataque al líder del 'doping'
Un laboratorio suizo dice haber encontrado un método de detección de la hormona del crecimiento
La carrera contra el dopaje en el deporte tiene en los últimos tiempos un gran enemigo: la hormona del crecimiento (HC). Producida naturalmente en el organismo humano por la hipófisis, la glándula en la base del cerebro, su falta produce enanismo, pero su exceso gigantismo. Por ello, su administración, a veces en combinación con los ya detectables esteroides anabolizantes, favorece el crecimiento de la masa muscular y de las marcas, con los resultados más potentes conocidos hasta el momento. Pero siempre con los consiguientes riesgos de otros efectos secundarios como afecciones en el sistema nervioso, diabetes y cánceres.La HC, fabricada artificialmente, se utiliza como tratamiento para los casos de niños con problemas de crecimiento y si su precio supera el millón de pesetas anuales, en los casos de dopaje puede subir 10 veces más.
Un reciente informe del Comité Olímpico Internacional (COI) señalaba que la HC era uno de los productos de dopaje más usados en el deporte de alto nivel y una de sus mayores amenazas. Por esta razón decidió invertir casi 300 millones de pesetas, a medias con la Comunidad Europea, para luchar contra ella en la búsqueda de un sistema de detección. Se trata de distinguir qué parte de la HC es producida naturalmente por un atleta y qué parte ha sido inyectada. Incluso se discute aún que los controles deberían hacerse fuera de la competición, porque el estrés causado por ella provoca a veces altos niveles naturales de HC que podrían inducir a error.
Investigacíón
Pero la lucha parece haberse convertido en una auténtica batalla por llegar primero a la meta, que recuerda la carrera por el descubrimiento del virus del sida entre el francés Luc Montagnier y el norteamericano Robert Gallo. En principio, la búsqueda del método anti-HC se encargó al profesor Peter Soenken, endocrinólogo del Saint Thomas Hospital de Londres, ayudado por varios especialistas europeos de centros clínicos universitarios: Gotemburgo (Suecia), Aarhus (Dinamarca) y Nápoles (Italia), y los laboratorios farmacéuticos Pharmacia (Suecia) y Novo Nordisk (Dinamarca).
Pero, según una información del NYT, un equipo médico del laboratorio de Lausana (Suiza), dirigido por el doctor Marcel Saugy, asegura haber encontrado ya el sistema de detección de la HC.
En principio, aún deberá ser autorizado por el COI -que tiene su sede en Lausana- para ser puesto en práctica incluso en los próximos Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996. Pero Saugy, que denomina a su prueba enzima inmunométrica, una técnica de laboratorio muy utilizada para medir los cambios fisiológicos, parece llevar la delantera en la batalla.
Saugy ha comentado que su laboratorio está trabajando también en una serie de pruebas para detectar otras sustancias que aumentan de concentración al inyectarse la HC. De esta forma, según el médico suizo, se evitarán los falsos positivos en comparación con la HC producida naturalmente por el organismo.
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