Vera niega ante el Supremo que informase a Sancristóbal del error en el secuestro de Marey
El ex secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, negó ayer ante el juez instructor del caso GAL en el Tribunal Supremo, Eduardo Móner, todas las imputaciones que contra él han formulado sus ex subordinados. Julián Sancristóbal y Francisco Álvarez. Entre ellas, que él hubiera informado telefónicamente a Sancristóbal de que se había producido un error al secuestrar en Francia a Segundo Marey en lugar del etarra Mikel Lujúa, o que le hubiera entregado un maletín que contenía un millón de francos para financiar la operación.
JOSÉ YOLDI Ante la evidente contradicción de lo afirmado por Vera con las declaraciones de Sancristóbal y Álvarez, Móner acordó la celebración de sendos careos, que se celebrarán el miércoles de la semana que viene. El ex secretario de Estado aseguró que le resultaba desagradable tener que carearse con personas que han trabajado con él pero que, si tiene que, hacerlo, lo hará.Ambos habían manifestado, primero ante Garzón y luego ante Móner, que Vera había entregado en su despacho oficial a Sancristóbal, entonces gobernador civil de Vizcaya, un maletín marrón que contenía un millón de francos franceses, dinero con el que se iba a pagar a los autores del secuestro del etarra Lujúa. Los dos manifestaron después que el ex secretario de Estado estaba al corriente de que el secuestrado no había sido Lujúa sino un desconocido llamado Segundo Marey, y que, prueba de ello, era que fue el propio Vera quien les informó de ese detalle la noche del secuestro, el 4 de diciembre de 1983.
Sancristóbal y el entonces jefe superior de Policía de Bilbao, Francisco Alvarez, estaban reunidos en la jefatura con los también procesados Miguel Planchuelo y el entonces secretario de los socialistas vizcaínos, Ricardo García Damborenea. Según Sancristóbal, Vera llamó por teléfono diciendo que, según le había comunicado el entonces delegado del Gobierno en Navarra, Luis Roldán, el policía José Amedo había cruzado la frontera por el puesto de Dantzarinea (Navarra) junto con dos mercenarios, Mohand Talbi y Jean Pierre Echalier, y un tal Segundo Marey. Roldán también tiene de clarado en el sumario, que Eduardo Couto, jefe de policía de Pamplona, le consultó el problema y que él, a su vez, informó a Vera, quien, según Roldán, le dijo que no se preocupase de nada, que era una operación de Bilbao.
Vera, sin embargo, se atuvo en todo momento a la versión que había dado a Garzón. Nunca llamó a Sancristóbal, ni a la Jefatura Superior de Bilbao, sobre el secuestro de Marey. Lo único que recuerda es, que dos o tres días después de los hechos le llamó su amigo el comisario de la Policía de Aire y Fronteras (PAF) de Francia, Joel Cathalá, para decirle que había habido un secuestro y que si podía colaborar. Vera incurrió en un lapsus en un primer momento, ya, que dijo que Cathalá le advirtió del error en el secuestro, cuando sólo los que participaron en la acción podían conocer que había habido un error, según informaron algunos abogados. No obstante, Vera rectificó después, tras un descanso, señalando que Cathalá sólo le había informado del secuestro, pero no de que se tratase de un error.
Respecto al maletín con un millón de francos que supuestamente sirvió para financiar la operación, Vera negó habérselo entregado a Sancristóbal y afirmó que nunca ha visto tanto dinero junto y que 18 millones de pesetas, -valor al cambio de un millón de francos en aquella ,época- no caben en un maletín.
Responsable de sus errores
Vera dijo que se responsabilizaba de todos los posibles errores que pudiera haber cometido en la lucha antiterrorista, y defendió la legalidad del intento de secuestro del etarra José María Larretxea, porque operar en Francia para obtener información y detener a un etarra que conocía el paradero del secuestrado capitán Alberto Martín Barrios era perfectamente legítimo. El ex alto cargo diferenció el intento de secuestro de Larretxea del de Marey, al que calificó de delito.
A la salida del Tribunal Supremo, Vera manifestó que había dicho lo mismo que a Garzón. "No encuentro razones para cambiar ahora", dijo. Preguntado por la razón por la que es acusado por sus ex subordinados, Vera respondió: "Pregúntenles a los que me imputan.
Respecto al Cesid, Vera aseguró que era un departamenlo de análisis y de información y que no tenía ninguna responsabilidad operativa.
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