Sexos
Una amiga rubia, feminista de derechas, nos confió tomando un aperitivo que las mujeres son superiores a los hombres porque controlan mejor su cuerpo. Se refería al sexo, naturalmente, aunque no iba a decirlo allí. Gracias a ese dominio, serían menos proclives a perder el tino por una satisfacción carnal, y en eso tomaban ventaja sobre la casi totalidad de los varones, de antiguo obsesionados por la lujuria y todo eso. Ahora, si embargo, no estoy seguro de que mi interlocutora, de otra parte muy vistosa, pueda seguir manteniendo su tesis por largo tiempo. Anteayer se cumplieron los cinco años de Cosmopolitan, y con ella, un lustro de arrebato sexual femenino que han escenificado y promovido espectacularmente todas las revistas de su clase. Lo que hasta hace poco eran publicaciones con consejos sobre el escote o el peinado para gustar al otro se ha doblado con reportajes y arengas para degustar al otro. No se conoce una publicación masculina, fuera de las pornográficas, que las iguale en la investigación genital y no existe ninguna que aborde el pormenor con parecida codicia. Las notas sobre el punto de cruz y el cuidado de las plantas han sido desbordadas por tratados sobre modelos de seducción, secretas especies de caricias o preparación funcional para orgasmos largos de la musculatura pélvica. No es extraño que Cosmopolitan y sus afines -que ya son todas- estén atrayendo hasta un 25% de lectores. Algo insólito está pasando ahí. La procacidad era un atributo de los hombres mientras las mujeres procaces eran siempre colipoterras. Pero las de Cosmopolitan son ricas, educadas, políglotas, finísimas. Ahora, además, no les importa ser descaradas y decir que les encanta eso. No sólo no les da vergüenza, sino que lo ven moderno y como debe ser. Perfectamente: decididas como están a ser iguales en una cosa y otra, alguna vez tenía qué tocarles apearse en algo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Más de una treintena de carreteras están afectadas por la nieve y el hielo, 12 de ellas cortadas
De la reinserción social a la dana, la IA o la cultura urbana: estas son algunas de las historias educativas más relevantes de 2025
Nasry Asfura es el presidente electo de Honduras tras un mes de recuento y presiones internacionales
El Departamento de Justicia de EE UU recibe un millón de nuevos documentos sobre el caso Epstein
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































