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FUTBOL: PRIMERA DIVISION

Sevilla y Atlético, abonados al empate

El equipo de Antic, sin remate, pierde el liderato en un mal partido

Los Sevilla-Atlético parecen abonados al empate. Ambos conjuntos decidieron ayer batirse en tierra de nadie, y sin vencedor quedó la partida. El encuentro se jugó lejos de las áreas, donde es imposible hacer goles y donde se aburren hasta los más optimistas. El resultado muchos heridos (siete amonestados), poco fútbol y un empate que hace perder el liderato a los madrileños. El Sevilla, con el empate, vivirá una semana más con el sosiego mínimo pero suficiente para restablecer el tiempo perdido. durante el verano. El Atlético ejerció de lider durante la primera mitad, pero sólo fue capaz de amagar. El conjunto de Antic llevó el control, la disciplina táctica, y el poco fútbol que pudo verse en el terreno de juego, pero nunca tuvo llegada. Enfrente el Sevilla salió decidido a jugarse en encuentro a cara de perro. Atrincherado en su línea media y sabedor de que sus carencias le impedirían buscar un pulso con la línea de construcción rojiblanca.

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Un patatal

Toni construyó una línea de cuatro en su centro del campo para batirse en la destrucción del juego rojiblanco, sin importarle mucho salir en jugada. Dejó a Moacir en el banco, sacó a Ferreras para secar a Caminero -misión cumplida la del vallisoletano-, y perdió la llegada de Paz por el carril derecho a costa de que el granadino hiciera más kilómetros que el Ave para obstaculizar por el centro. El juego sevillísta se limitó a buscar una contra que minara la fortaleza del rival.

Hacia tiempo que el Sevilla no ofrecía una imagen tan conservadora en un duelo con los rojiblancos. Toni y Antic dispusieron sistemas muy similares -ambos técnicos situaron un 4-2 en el césped-, pero el resultado sobre ' el terreno fue muy diferente. Al Atlético se le veía sólido y con ganas de construir, de llegar. -Al Sevilla temeroso y preocupado por frenar a su enemigo. El balón pasaba minutos enteros en poder de los madrileños, eso sí, muy alejados del área rival. El Sevilla esperaba sin descomponerse.

La apuesta de Antic tampoco salió bien. El serbio desplazó a Caminero a la izquierda para introducir con Kiko mayor poder ofensivo. El resultado fue un Caminero desorientado, buscando su demarcación natural, y un Kiko desasistido en ataque. Sólo Roberto fue capaz de inquietar a Unzué. El volante madrileño fue habilitado por Pantic, pero estuvo lento en su llegada y disparó flojo ante el cancerbero sevillista. En la segunda, un corner lanzado por el balcánico del Manzanares supuso la mejor ocasión del Atlético. La balanza sevillista se quedó sin nada que pesar. Nulo en ataque, sólo las correrías de Carlos inquietaron a la zaga rojiblanca.

El partido fue perdiendo enteros conforme avanzaban los minutos. Al Atlético le faltaba la última conexión en su juego para lograr que Penev o Kiko optaran a jugar el balón cara a la meta. Y, al Sevilla le bastaba el empate. Caminero, desplazado a la izquierda de salida, cambió de lugar tres veces, de banda a banda, pero sin el resultado apetecido por Antic. Además otros dos factores impidieron que ayer hubiera fútbol en Sevilla. El césped del Sánchez Pizjuán parecía ayer la famosa playa de Chipiona. Mucha arena y poca hierba. El balón a veces, parecía no ser redondo.

La segunda parte fue un esperpento. El Atlético mareó el balón sin arriesgarlo en su zona y el Sevilla no quiso poner en peligro el punto del empate. Al conjunto de Antic le faltó valor para volcarse sobre su rival y al Sevilla le sobraba miedo para intentar el ataque. Pese a ello, la mejor ocasión del partido fue para los sevillistas, en una jugada aislada que Carlos no supo materializar con Molina fuera de su meta. El balance del Atlético fue peor aún. Un disparo lejano de Pantic, que desvió a córner Unzué.

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