El entorno de Conde logró que Roldán hiciera una declaracion judicial a favor del ex banquero

El coronel Perote no es el único ni quizá el más importante fichaje realizado por Mario Conde en los aparatos de la Seguridad del Estado. El antiguo presidente de Banesto ha demostrado contar, entre otros, con el ex director de la Guardia Cívil Luis Roldán. En su declaración ante el Tribunal Suplemo, el 19 de abril, Roldán no se limitó a relatar los entresijos del informe Crillón, sino. que le atribuyó "carácter político". Suministró así una valiosa munición a Conde, empeñado en demostrar que la intervención de Banesto obedeció a razones políticas. La comparecencla judicial se produjo mientras el entorno de Conde chantajeaba al Gobierno y fue precedida por mensajes a Roldán sobre qué tipo de declaración beneficiaría al ex banquero.

El ex director de la Guardia Civil ha sido, de hecho, el primer personaje relacionado con los servicios de información o con el Ministerio del Interior que intervino en favor de Conde ante los tribunales, por razones hasta ahora desconocidas.No obstante, personas conocedoras de los contactos habidos a lo largo de este proceso en el entorno de Conde aseguran que Roldán recibió varios mensajes de ese círculo con sugerencias concretas sobre lo que convenía que declarase en el caso Crillon.

Una de esas sugerencias, agregan, consistía precisamente en que indicara de modo expreso que el informe Crillon se realizó por motivaciones políticas. Uno de los enlaces entre Roldán y el círculo de Conde, aseguran, se realizó a través de personas de confianza tanto del ex jefe de la Guardia Civil como de Julián Sancristóbal, amigo de Roldán con quien coincidió Conde en la cárcel. de Alcalá Meco a finales de 1994 y comienzos de 1995.

Poco después de su huida de España, en abril de 1994, Luis Roldán ya difundió datos sobre la existencia del informe. En síntesis, explicaba, el ex vicepresidente Narcís Serra le encargó en 1992 la elaboración de un amplio informe sobre Mario Conde. El trabajo, por indicación del ex director general Julián Sancristóbal, lo realizó la agencia Kroll a cambio de 67 millones de pesetas procedentes de los fondos reservados del Cesid.

Rectificación

Tras su larga fuga, Roldán llegó a España el 28 de febrero de este año. Sólo una semana después, y ante el juez Baltasar Garzón, el ex jefe de la Guardia Civil repitió el relato, y lo hizo, según expresó al magistrado, "por temor a su intregridad física y con, el ánimo de colaborar con la administración de justicia". En esa ocasión, Roldán declaró que Serra le había hecho el mencionado encargo "ante los indicios de conductas presuntamente delictivas que podían existir por parte del presidente de Banesto".Pero es el 19 de abril cuando Roldán se destapa como inesperado aliado de Conde. Ese día, se presenta ante el juez del Tribunal Supremo Eduardo Moner, encargado de investigar el caso Crillon. Ya de entrada, el ex jefe de la Guardia Civil se ratífica en sudeclaración ante Garzón, pero enseguida hace la siguiente matización o suavización en favor de Conde: "Lo referente a los indicios de conductas presuntamente delictivas que podrían existir por parte del presidente del grupo Banesto lo rectifica en el sentido de que dichos indicios de conducta eran presuntamente irregulares o delictivas".

Más adelante, y sin ser preguntado expresamente al respecto -según se deduce de la redacción de la propia declaración-, Luis Roldán hace el siguiente favor a Conde: "La constatación de que el informe sólo va a tener interés político lo tengo en la primavera del 93, cuando se conoce la no, disponibilidad del señor Conde de entrar en la vida política; se me da orden de no continuar en contacto con la agencia [Kroll] y dar por terminado el informe, y es cuando tengo la constancia del uso de ese informe que hasta entonces no tenía".

En otro momento de la declaración vuelve a echar un cable a Conde: "Quiero poner de manifiesto que desconozco el uso que se ha hecho del informe Crillon ( ... ) Se deduce de lo anterior que se hurtó el informe Crillon a la comisión Banesto y al Parlamento y, lo que es más grave, se hurtó al conocimiento de la Audiencia Nacional cuando se incoaron diligencias contra el señor Conde, por lo que lo que quise denunciar ante la Audiencia. Nacional fue el uso deese informe, pero no la licitud o ilicitud del encargo, que creo que fue un encargo lícito".

Momentos después, y siempre en la misma declaración ante el juez Moner del Supremo, Roldán vuelve a la carga sobre el objetivo "político" del informe Crillon: "Preguntado sobre la finalidad del mencionado informe, responde que, en un primer momento, el señor vicepresidente [del Gobierno] le manifestó su preocupación por las noticias relativas a una entidad tan importante como Banesto, pero en el transcurso del tiempo se percató que la finalidad era de carácter político, relacionada con el anuncio de la salida a la política de Mario Conde".

Asimismo, Roldán dijo al juez que Serra le había pedido "discreción" en su trabajo, "por la importancia de Banesto en el sistema financiero y por la importancia del señor Conde", y que cualquier filtración al respecto "podría provocar grave riesgo y consecuencias imprevisibles sobre el sistema financiero español y sobre el propio señor Conde". Roldán puso así énfasis en que el Gobierno quiso investigar no sólo la situación interna de Banesto, sino al propio Conde.

Las fuentes informantes indican que, si bien Roldán accedió al mensaje de Conde para que hlciera hincapié en tales motivaciones políticas, el ex jefe de la Guardia Civil no accedió, en cambio, a la sugerencia de que también declarara que la investigación sobre Conde había incluido aspectos de su vida privada.

Por el contrario, Roldán dejó claro al menos en dos momentos de su declaración que no hubo tal investigación privada: "La investigación", manifestó, "en ningún caso afectó a aspectos personales de la vida de Marlo Conde". Desde que Roldán ingresó en prisión el pasado de marzo, las únicas visitas que ha recibido han sido de sus abogados y familiares.