"La UE evolucionará de experimento a fenómeno natural"
JAVIER SAMPEDRO, Hace mucho tiempo que el astrofísico Rafael Rebolo hace las cuentas en ecus. Su lugar de trabajo, el Instituto Astrofísico de Canarias, es "una Europa en miniatura", según cuenta, en la que conviven científicos británicos alemanes , franceses, nórdicos y españoles. A fuerza de solicitar financiación para sus proyectos dé investigación, Rebolo se ha acostumbrado a manejar la unidad de cuenta de la Unión Europea.
Las doce estrellas de la bandera europea le deben de parecer muy pocas al astrofísico, acostumbrado como está a contarlas por millones desde su observatorio. Rebolo, un cartagenero de 34 años, saltó recientemente a las páginas de los periódicos por el descubrimiento de una rara en la Vía Láctea. El Universo, entre tanto, sigue en expansión.
Pregunta. ¿Seguirá Europa expandiéndose eternamente?
Respuesta. Lo más probable es que la UE se quede restringida a lo que podríamos llamar sus límites geográficos naturales. Es posible que Rusia se incorpore de alguna forma, pero muy difícil que lo hagan otros países con demasiadas diferencias culturales y religiosas.
P. ¿Nunca saltará la Unión Europea el Mediterráneo?
R. Históricamente, el Mediterráneo ha supuesto una importante vía de comunicación. Puede argumentarse que la mejor representación de una coexistencia entre el mundo europeo y el árabe la ha dado España durante los siglos de dominio musulmán. Pero nuestras culturas son ahora muy dispares: el Mediterráneo os separa más que nos une.
P. ¿Es un experimento la construcción europea o un fenómeno natural?
R. Comenzó como un experimento, pero se convertirá en un fenómeno natural con el tiempo. Desde luego, esto querirá un proceso de transformación y aproximación. El mayor proema es que los políticos y los ciudadanos deberán aceptar una cierta cesión de soberanía no está claro que estén dispuestos asumirla.
P. Entre la de los mercaderes y la de los ciudadanos, ¿existe una Europa de los científicos?
R. Claro que sí. Cada vez, más. La Administración europea está haciendo claros esfuerzos para potenciarla con los programas marco que elabora cada dos o tres años con el fin de apoyar la investigación conjunta en Europa. La unión científica es esencial para hacer una investigación más competitiva y eficiente que optimice unos presupuestos siempre escasos.
P. ¿Hay una forma específicamente europea de hacer ciencia?
R. Desgraciadamente, sí. Consiste en trabajar con recursos muy inferiores a los de Estados Unidos. Por lo demás, los problemas que tenemos planteados son similares. También lo son las aproximaciones y las técnicas que utilizamos. Puede decirse que el estado de la investigación en los países de la Europa más industrializada es equiparable al norteamericano.
P. ¿Qué ha hecho mal Europa en Bosnia?
R. La Unión Europea es todavía un bebé que tiene que crecer. Algún día adoptará medidas razonables y maduras como hubiera sido una intervención rápida y decidida en Bosnia. Podría haber evitado tantos horrores y sufrimientos. Tendría que haber asumido con madurez un coste de vidas humanas en los ejércitos europeos.
P. ¿Puede Europa acabarse en Mururoa?
R. Las fracturas no vendrán por ese lado. Estoy seguro de que Francia reconsiderará su postura y no volverá a repetir la experiencia. Hay que tener en cuenta que la investigación en energías nucleares destructivas no tiene un apoyo sólido en ningún país de la Unión.
P. Macroeconomía aparte, ¿en qué más hay que converger?
R. En los criterios de actuación internacional, por ejemplo. También, en la reducción de las desigualdades y en los mecanismos de producción. Pero no hay que olvidar los parámetros macroeconómicos, que, al fin y al cabo, son los que coindicionan todo lo demás.
P. ¿Convergerán en Europa la ciencia y la cultura?
R. La cultura no tiene por qué converger. La variedad es enriquecedora en ese terreno. Es distinto con la ciencia: la convergencia debería consistir en que cualquier país tuviera los medios para hacer una investigación competitiva. Pero el ingenio y la creatividad no tienen que converger hacia nada.
P. Quiere usted decir que la ciencia es una, y las culturas son muchas. ¿Por eso la ciencia no es parte de la cultura?
R. Cuando uno está en el laboratorio, la ciencia no es cultura. Pero, cuando se aproxima a la sociedad a través de la divulgación, se integra en la cultura. Es imprescindible que el científico dé cuenta de su trabajo y sus resultados a la sociedad. La divulgación tiene que ser propiciada por los propios científicos.
P. ¿Qué tal conviven los europeos en el Instituto Astrofísico de Canarias?
R. La experiencia es joven, ya que el instituto se fundó hace unos diez años. Pero la coexistencia es muy agradable y la cooperación muy beneficiosa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.