Tráfico ofrece 40 millones a quien averigüe por qué aumentan los accidentes

El incremento del número de las personas que pierden la vida en accidentes de carretera llena de perplejidad a los responsables de la seguridad vial. Mientras los países del entorno muestran estadísticas negativas y la propia tendencia nacional en los últimos años era a la baja, en 1995 el optimismo rueda por los suelos. Para tratar de averiguar las causas de la mayor siniestralidad, la Dirección General de Tráfico (DGT) convoca a sociólogos y estudiosos a dos concursos, dotados con 40 millones de pesetas.

Ni el estreno de centenares de kilómetros de autovías y de tramos más seguros de carreteras, ni la progresiva mejora en la calidad de los vehículos, ni las campañas publicitarias han repercutido en una mayor seguridad vial. Antes al contrario, los datos de los últimos meses demuestran que se ha empeorado.La alarma empezó a sonar en marzo, cuando las cifras de las víctimas mortales comenzaron a superar las del año anterior: 909 por 906. A partir de ese momento, el número de los fallecidos ha ido aumentando hasta el extremo de que en la actualidad superan en, más de 200 el balance de 1994.

Nadie sabe por qué. Fuentes de Tráfico lamentan la escasa atención, que se presta al estudio de las causas de la accidentalidad y el poco dinero que se dedica a investigar los hábitos de los conductores, el motivo de sus desplazamientos, el dónde y el porqué de los siniestros y los condicionantes de los mortales.

La única información disponible es la recogida en los escuetos partes de los accidentes con muertos, en los que se indica el lugar la edad de las víctimas y la causa aparente.

Sin base ni estudios

Nada se sabe sobre cuántos vehículos se desplazan los fines de semana y las vísperas de festivos, cuando se produce la mayor parte de los accidentes mortales, ni de dónde vienen ni a dónde van. Las cifras que, periódicamente, se facilitan sobre los movimientos en fechas críticas -5 millones, 10 millones, 15 millones de desplazamieñtos- son pura especulación, según Tráfico. "No hay ninguna base o estudio que las avale", afirma un alto funcionario.Precisar esos desplazamientos repercute, al fin y al cabo, en la política estratégica de la DGT a la hora de administrar y distribuir sus dispositivos humanos y técnicos.

Pero, en el caso de los accidentes, el desconocimiento tiene unas consecuencias más dramáticas al ponerse en juego muchas vidas humanas, cada una de las cuales cuesta al país 27.358.240 pesetas (170.989 ecus), según un estudio comparado que ha sido efectuado por la Comisión Europea (Cost. 313), sin contar la valoración de las pérdidas relativas al producto nacional bruto por la interrupción de la aportación laboral de los fallecidos.

Según ese estudio, cada español muerto en accidente de tráfico deja de aportar 114.551.700 pesetas a, la nación, un quebranto elevado si se tiene en cuenta que es el cuarto más alto de Europa, debido a que más de una tercera parte de los fallecidos son jóvenes.