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Entrevista:

"Observar en el metro sirve mucho para el baile"

Hacerse apellidar Esmeralda y venir a Madrid por primera vez fue todo uno. Tenía 13 años cuando dejó Sevilla, y a esa edad, siendo primeriza en Madrid también se estrenó en los escenarios. Merche Rodríguez, desde entonces ya Esmeralda, nació en Sevilla 13 años antes de llegar a la capital de España, en una fecha que no cita. "Llevo tantos años bailando que no me creerían la edad", comenta. Merche Esmeralda, cargada de condecoraciones y reconocimientos, inmortalizada por Carlos Saura en Flamenco y Chus Gutiérrez en su próxima película Alma gitana, maestra de baile español y catedrática de flamencología, se vuelca ahora en la enseñanza. En la torre de Valencia acaba de inaugurar su escuela de danza "para transmitir mi propia pedagogía y hacer ver que todo el cuerpo es un puro sentimiento. Eso es el baile, lo demás son otras cosas". "Nueva aventura en este Madrid que siempre me ha dado calor y ha sido generoso conmigo en todos los años que llevo aquí".Pregunta. ¿Y usted qué le ha dado a Madrid?

Respuesta. En el plano casi espiritual, mis dos hijos, madrileños, de padre asturiano y madre sevillana, y que son lo más importante de mi vida. Después, en lo profesional, como primera bailarina en el Ballet Nacional, hasta el año 1989, he dado lo mejor en las mejores obras.

P. ¿Y le sigue sorprendiendo esta ciudad?

R. Sobre todo en el mes de agosto. Es hermoso. Después ya, como ahora, llega el mogollón de los coches, ¡pero eso también tiene su encanto!

P. No lo había oído nunca.

R. Si ya estás fastidiado en un atasco no vale encresparse más. A mí me gusta observar, mirar los cabreos de alrededor y si voy en el taxi, escucho lo que dice, porque es divino. Pero casi siempre me muevo en el metro, es la forma de llegar puntual; también es donde más observo. Es increíble pero en el metro, por ejemplo, se aprenden muchas cosas para el baile.

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P. Con Flamenco, Carlos Saura le ha vuelto a inmortalizar.

R. Pues sí. La cinta es un documental increíble; en sólo dos horas está incluido el pasado, el presente y el mañana en el flamenco. Me gusta estar ahí, no sólo por esta generación sino por las venideras.

P. Y enseñar su pedagogía, como usted lo llama, ¿es otra forma de inmortalizarse?

R. No lo sé. Tengo necesidad de enseñar mi propia forma de danza. Hay gente con arte y gente con técnica pero danzar se puede hacer hasta con las pestañas. Pero no quiero que mis alumnas sean como muñequitas que adquieran mi estilo.

Escuela de Danza Merche Esmeralda (O'Donnell, 4, torre de Valencia). Teléfono: 575 9160.

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