Garzón acusa a Perote y a Manglano de colaboración con los GAL en el 'caso Monbar'

El juez Baltasar Garzón acusó ayer al general Emilio, Alonso Manglano, ex director del Cesid, y al coronel Juan Alberto Perote, ex jefe de la Agrupación de Acción Operativa del centro, de haber realizado actos tendentes a favorecer y facilitar las actividades delictivas de los GAL. Garzón considera que la conducta de los dos milítares puede constituir delito de colaboración con banda armada, por lo que, aunque mantiene su situación de libertad, les impone varias medidas cautelares, como la prohibición de que abandonen el territorio nacional y la comparecencia cada 15 días en la Audiencia Nacional.

Manglano ha anunciado que recurrirá la decisión, mientras Perote aún no se ha pronunciado. En un auto fechado ayer, Garzón explica que de las investigaciones realizadas en el caso Monbar se desprende que el coronel Perote, que era jefe de la Agrupación de Acción Operativa del Cesid en 1983, cumpliendo órdenes de su superior, el general Emilio Alonso Manglano, desarrolló una serie de actuaciones en beneficio o para facilitar las acciones de los GAL.Para ello, según Garzón, Perote utilizaba los mismos medios e instrumentos con los que desarrollaba su actividad como funcionario del Estado en el Cesid.

En primer lugar, según la resolución judicial, Perote, siguiendo las órdenes de Manglano, redactó, con la colaboración de otros funcionarios del Cesid, el documento de fecha 6 de julio de 1983, en el que se establecía la estrategia de actuación de lo que luego serían los GAL. El documento fue entregado a Manglano para que decidiera su destino.

Perote elaboró también una "nota de despacho", de fecha 28 de septiembre de 1983, que se refiere al inicio inminente de actividades armadas en el sur de Francia contra ETA por miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y mercenarios contratados para ese fin. Este documento,- señala Garzón, no está incorporado al sumario porque el Cesid se ha negado a facilitarlo.

Sello de caucho de los GAL

A principios de 1985, Perote fabricó en la sección técnica de la Agrupación Operativa de Misiones Especiales (AOME), siguiendo siempre las órdenes de Manglano, un sello de caucho con el anagrama de los GAL para que fuera utilizado por miembros del Ministerio del Interior en futuras reivindicaciones de atentados terroristas cometidos por la citada organización.

El sello pudo ser utilizado en la reivindicación del atentado perpetrado el 25 de septiembre de 1985 en la cafetería del hotel Monbar, en Bayona (Francia), en el que murieron cuatro etarras.

Estos hechos, según los fundamentos jurídicos del auto de Garzón, podrían constituir un delito de colaboración con banda armada. "En efecto", precisa la resolución, "la actuación del director del Cesid, señor Alonso Manglano, impartiendo órdenes, y del señor Perote Pellón cumpliéndolas, integran objetiva y subjetivamente, aunque de forma presunta, el ilícito que se describe, al haber realizado actos tendentes a favorecer y facilitar las actividades delictivas de los Grupos Antiterroristas de Liberación, que, entre otros, reivindicaron el cuádruple asesinato al que se refiere este procedimiento".

La resolución concluye señalando que, hasta que se depuren las responsabilidades que pudieran derivarse de este sumario, deben adoptarse medidas precautorias que garanticen la disposición de los imputados a favor del juzgado. Perote y Manglano comparecerán hoy ante Garzón para que éste les notifique la decisión adoptada.

El coronel Perote declaró ante Garzón el 5 de septiembre que él había elaborado en 1983 una nota de despacho en la que advertía a Manglano que se iba a iniciar la guerra sucia contra ETA. Manglano hizo una anotación en la que ponía: "Me lo quedo. Pte. Para el viernes". Perote interpretaba que Pte. quería decir presidente y deducía de ello que Felipe González estaba al corriente de los GAL.Al día siguiente, Garzón citó a Manglano,, Perote, Julián Sancristóbal, Francisco Alvarez y Ricardo García Damborenea. Manglano corrigió a Perote y declaró que Pte. quería decir pendiente y no presidente. Pero Sancristóbál, Álvarez y Perotte hablaron de la existencia de un sello de caucho con el anagrama de los GAL que, según Perote, Manglano ordenó fabricar y entregar a efectivos de Interior.

Perote y Manglano mantuvieron un careo, pero la posición del general fue que, dado el tiempo transcurrido, no recordaba si ordenó o no la fabricación del sello de los GAL.